Sin pausa. Los negociadores de la COP30 decidieron este lunes extender a la noche sus horarios de trabajo para tratar de desencallar las tratativas y lograr en Belém una respuesta colectiva que esté a la altura de la emergencia climática. En el arranque de la segunda semana de la conferencia en esta ciudad de la Amazonía brasileña, la ONU advirtió del riesgo de obstruccionismo en temas como la adaptación al cambio climático y las finanzas.

“Les insto a abordar los temas más difíciles rápidamente”, dijo el jefe del organismo de la ONU para el cambio climático, Simon Stiell. “No podemos permitirnos perder tiempo con obstrucciones”, agregó.

Con el fin de acelerar las negociaciones entre los casi 200 países presentes y llegar a un acuerdo el viernes, día en que en principio debe finalizar la COP30, Brasil decidió extender las reuniones durante la noche.

“Tenemos muchas reuniones en marcha, sin prisa para acabarlas, porque se pueden quedar horas extras”, dijo la principal negociadora brasileña Liliam Chagas. “Demostraremos que el multilateralismo puede entregar resultados”, agregó.

El mayor país de América Latina avanza en los preparativos para organizar la cumbre en la ciudad amazónica de Belém (UNFCCC). | Foto: © 2024 SOPA Images

“Es muy difícil como saben (...), pero todos los implicados pensamos que vale la pena intentarlo”, dijo el incombustible presidente, que multiplica su presencia en las reuniones y conferencias de prensa en el recinto de la COP30.

Proteccionismo

Una de las medidas ambientales de la Unión Europea (UE), conocida como “impuesto sobre el carbono” a las importaciones, es uno de los puntos de fricción en Belém.

“La tarificación del carbono es algo que debemos perseguir con el mayor número posible de países y lo antes posible”, declaró Wopke Hoekstra, comisario europeo del Clima, ante los asistentes a la reunión.

El argumento de los europeos es que permitir la entrada de productos que no cumplen con los estándares medioambientales de la UE supone una competencia desleal. China, India y otros países aliados consideran que ese Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) de la UE es en realidad una barrera al comercio.

En fase de prueba desde 2023, el CBAM se centra en las importaciones de productos que generan altas emisiones de carbono, como el acero, el aluminio, el cemento, los fertilizantes, la electricidad y el hidrógeno.

Está previsto que se aplique en su totalidad en 2026.

“Muchas delegaciones han hecho referencia explícita a la CBAM de la Unión Europea como el nuevo capítulo” en materia de proteccionismo, explicó a la AFP una fuente negociadora latinoamericana bajo anonimato.

Reaccionar a las malas noticias

Estados insulares, apoyados por países de América Latina y los europeos, piden, por otro lado, que la COP reaccione a las últimas malas noticias de las proyecciones climáticas y llamen a los países a aumentar sus compromisos actuales. Pero grandes economías, desde China hasta Arabia Saudita, no quieren una decisión que implique que hasta ahora no están haciendo lo suficiente.

Finalmente, muchos países del Sur, especialmente los africanos, quieren recordar a los países desarrollados la insuficiencia de sus financiamientos hacia los países en desarrollo.

Brasil también ambiciona sacar adelante una “hoja de ruta” para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, grandes responsables del calentamiento.

“Arca de Noé”

“Es una especie de Arca de Noé. Para que podamos mirarnos a nosotros mismos y decir que cada uno de nosotros construyó ese proceso”, dijo la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, sobre la hoja de ruta.

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La iniciativa es secundada por países como Francia, España y Colombia, pero choca con la oposición de países petroleros como Arabia Saudita.

“La idea es ver de qué manera tejemos esa hoja de ruta, definimos un calendario y definimos hitos concretos”, algo fundamental para mantener “viva” la meta de un calentamiento de 1,5 ºC del Acuerdo de París, dijo la ministra española para la Transición Ecológica, Sara Aagesen.

*Reportaje de AFP.