El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este 2 de marzo que la prohibición de las importaciones de petróleo ruso en su país no está “fuera de la mesa” como represalia por la invasión de Ucrania.

“Nada está descartado”, dijo a los periodistas en medio de una rueda de prensa cuando se le preguntó si el petróleo podría ser el próximo objetivo de las sanciones sin precedentes de Estados Unidos y Occidente contra Moscú.

Washington, junto con la Unión Europea y otros aliados, ya impuso sanciones destinadas a castigar la moneda rusa, el sector bancario, las aerolíneas y otros objetivos.

Pero los conservadores estadounidenses reclaman con fuerza una medida contra los hidrocarburos, que sería una sanción simbólicamente fuerte y, a priori, sin consecuencias graves para Estados Unidos, pues también es un gran productor de petróleo.

Pero Europa depende en gran medida de las importaciones rusas de hidrocarburos, en particular del gas natural.

Según la Federación de Productores de Combustibles y Petroquímicos de Estados Unidos, el país importó en 2021 un promedio de 209.000 barriles diarios (bd) de crudo ruso y 500.000 bd de otros productos derivados del petróleo.

Además, Rusia representa el 3 % de las importaciones totales de crudo de Estados Unidos, de acuerdo con la misma fuente.

Cabe recordar que esta no sería una decisión inédita en el continente americano, pues el Gobierno de Canadá anunció el pasado 28 de febrero la prohibición de todas las importaciones de crudo ruso.

Estados Unidos, fuerte contra los “oligarcas rusos”

Desde antes del inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, Estados Unidos ya había efectuado una serie de bloqueos y sanciones económicas para el país de Vladimir Putin, esto con el fin de evitar una guerra que finalmente estalló el pasado 24 de febrero.

Sin embargo, el inicio de la confrontación en el este de Europa no fue razón para que el gigante norteamericano cesara sus sanciones contra Rusia; de hecho, ahora son mucho más fuertes y estrictas y con las autoridades norteamericanas judicializando a los infractores que intenten deslegitimar estos castigos.

Así lo anunció el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el cual encargó este miércoles a una decena de fiscales procesar a los “oligarcas rusos corruptos” y a cualquiera que viole las sanciones de Washington contra Moscú tras la invasión de Ucrania.

“No escatimaremos esfuerzos para investigar, arrestar y enjuiciar a todos aquellos cuyos actos criminales permitan al gobierno ruso continuar con esta guerra injusta”, dijo el secretario de Justicia, Merrick Garland, en un comunicado.

El equipo especial creado con este fin y anunciado el martes por el presidente Joe Biden contará con al menos diez fiscales e investigadores de la policía federal, pero también de las autoridades fiscales o de los servicios postales, detalló el comunicado.

Su función será llevar a juicio a cualquiera que viole las sanciones impuestas a Rusia, antes y después del inicio de las hostilidades en Ucrania, así como las futuras. Además, garantizará el cumplimiento de las medidas tomadas contra las instituciones financieras rusas, por ejemplo, mediante el control del uso de criptomonedas.

Podrá embargar bienes pertenecientes a personas afectadas por sanciones si son el resultado de “conductas ilegales”, especifica el departamento.

Por el momento, los bienes de algunos oligarcas están congelados, lo que significa que no pueden venderlos ni alquilarlos, pero que conservan la propiedad.

Asimismo, durante el discurso del estado de la Unión ante el Congreso el martes por la noche, Biden amenazó a los oligarcas rusos con apoderarse de sus yates, apartamentos de lujo y aviones privados “mal habidos”.

*Con información de AFP.

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