La decisión de USCIS de cancelar ceremonias de naturalización en Nueva York tomó por sorpresa a funcionarios judiciales y a cientos de inmigrantes listos para recibir su ciudadanía. El cambio desató preocupación por el futuro del proceso y por la pérdida del carácter comunitario de estos eventos.
La razón por la que se canceló la ceremonia
La explicación formal de USCIS sostiene que, tras revisar la jurisdicción de ciertos tribunales de los condados de Nueva York bajo la Ley de Nacionalidad e Inmigración (Immigration and Nationality Act), se llegó a la conclusión de que esos tribunales “no cumplen con los requisitos estatutarios para llevar a cabo ceremonias de naturalización”.
Como consecuencia, se ha decidido “la transición de ceremonias judiciales a ceremonias administrativas para garantizar el cumplimiento de la ley”.
La decisión repentina de la U.S. Citizenship and Immigration Services (USCIS) de cancelar las ceremonias de naturalización en varios condados del estado de Nueva York, ha generado una ola de inquietud entre funcionarios locales, comunidades de inmigrantes y defensores de los derechos civiles.
Según informa Newsweek, La medida afecta condados como Westchester County, Rockland County, Schenectady County, Onondaga County, Broome County, Tompkins County y Washington County, donde los funcionarios de los tribunales locales informaron haber recibido “avisos abruptos” de USCIS anunciando que “no habrá más ceremonias en adelante”.
Para muchos aspirantes a ciudadanos estadounidenses, participar en una ceremonia de juramento en su comunidad ha sido un momento simbólico de gran significado: la culminación de un proceso burocrático, pero también el reconocimiento público de un nuevo estatus.
¿Qué implica la cancelación de estas ceremonias?
Cancelar esas ceremonias supone, además de un contratiempo logístico, un golpe a la dimensión simbólica de la ciudadanía.
Uno de los expertos consultados, Morgan Bailey, socio en la firma Mayer Brown y exfuncionario del Departamento de Seguridad Nacional, señaló que “la suspensión generalizada de ceremonias judiciales de larga data no es algo común”.
Para los afectados y para funcionarios locales, esta explicación llegó demasiado tarde y con poca claridad.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, calificó esta decisión como “una grave preocupación” y exigió respuestas por escrito antes del 4 de diciembre sobre si la interrupción es permanente o temporal, y qué medidas adoptará USCIS para asegurar la continuidad del proceso.
Quienes tenían programado jurar lealtad en una ceremonia local podrán ser reprogramados, pero ahora en un formato administrativo, lo que puede implicar desplazamientos mayores, menor participación de la familia o amigos, y la pérdida del carácter comunitario del evento.