El aumento del precio del café, pese a sus altibajos en octubre, ha obligado a varias cadenas de cafeterías en Estados Unidos a reducir sus operaciones e incluso a declararse en quiebra.
Un informe sobre inflación del Departamento de Trabajo de Estados Unidos señala que los precios del café han aumentado un 19% durante 2025 y el segundo mandato de Donald Trump, debido a diversas coyunturas en los países productores y a políticas aplicadas dentro de la nación norteamericana.
Al no ser productor de este grano, Estados Unidos depende de las importaciones y del equilibrio económico de diversas compañías privadas, en un país donde se consumen 400 millones de tazas de café al día, de las cuales, según cifras oficiales, cada estadounidense bebe en promedio tres cada 24 horas.
¿Cuáles son las empresas que se han visto perjudicadas?
Newsweek reporta que, la semana pasada, la compañía The Blend Coffee and Cocktails, con presencia importante en Florida, declaró activos entre 0 y 50.000 dólares y pasivos entre 500.001 y 1 millón de dólares, por lo que se acogió a la Ley de Quiebras del estado.
Por su parte, la cafetería Cuppa Austin Coffee salió afectada por la bancarrota de su empresa matriz, Best Cuppa Austin Inc., con una década de antigüedad y un único local, presentando pasivos por hasta un millón de dólares.
Igualmente, Compass Coffe, con varios locales en la zona del Atlántico Medio. Según medios locales, la compañía adeuda casi un millón de dólares por el alquiler de una tostadora, máquina que se necesita para la producción del café como producto final.
Pero la crisis del sector también ha pegado a gigantes como Starbucks, que se ha visto ha obligado a cerrar tiendas con bajo rendimiento y a reducir personal ante la caída de las ventas.
De este modo, las diferentes empresas se han visto obligadas a reestructurarse ante la situación del mercado del café, tanto a nivel local como internacional, en un panorama poco alentador.
A los aranceles impuestos por Trump, que han impactado a la industria interna, se suman las dificultades en las cosechas de países exportadores como Brasil y Vietnam, lo que ha afectado los precios en la Bolsa de Nueva York y, especialmente, el consumo interno en Estados Unidos.