El poderoso sindicato de tres grandes fabricantes de automóviles estadounidenses, el United Auto Workers (UAW) lanzó una huelga simultánea sin precedentes en tres plantas de Estados Unidos para exigir aumentos salariales. El paro traería grandes pérdidas económicas para el país.

Sin embargo y en un giro inesperado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, apoyó la acción hecha por los trabajadores.

“Las compañías han hecho ofertas significativas, pero creo que deberían ir más allá para asegurar que las ganancias empresariales récord se traduzcan en convenios récord para la UAW”, dijo Biden en una declaración en la Casa Blanca, instando a un acuerdo que sea “justo y beneficioso para ambas partes”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está de acuerdo con las exigencias de los trabajadores. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

El mandatario agregó que envió dos representantes del Gobierno a Detroit para ayudar con las negociaciones. Incluso, para tratar de calmar el ambiente, Biden habló por teléfono el jueves 14 de septiembre por la noche con el presidente del UAW, Shawn Fain, y los líderes de los constructores.

¿Qué consecuencias traerá para la economía, a pesar del apoyo de Biden?

Según la consultora Anderson Economic Group (AEG), una huelga de diez días podría representar más de 5.000 millones de dólares en ingresos perdidos para la economía estadounidense.

Las negociaciones entre sindicatos y constructores para elaborar los nuevos convenios colectivos por cuatro años comenzaron hace dos meses.

El sindicato de trabajadores automotrices de EE. UU. anunció el inicio de una huelga en tres fábricas poco después de la medianoche del viernes 15 de septiembre, cuando expiró el plazo para llegar a un acuerdo con los empleadores sobre un nuevo contrato. | Foto: AFP or licensors

Los empleados del sector exigen aumentos salariales y más beneficios, mientras que los fabricantes, que han registrado ganancias en los últimos años, apretaron las tuercas tras la crisis financiera de 2008.

La última huelga del sector, que se remonta a 2019, sólo afectó a GM. El paro duró seis semanas.

¿Qué exigen los trabajadores?

El UAW exige un aumento salarial de alrededor de 40 % en cuatro años, mientras que los tres fabricantes no han superado el 20 % (Ford), según el gremio.

“Esta empresa lleva años generando dinero gracias a nosotros”, dijo Paul Sievert, un empleado que trabaja en la planta de Ford en Wayne desde hace 29 años. “Creo que ya es hora de que nos den algo a cambio”.

Los tres gigantes históricos de Detroit también se negaron a conceder días adicionales de vacaciones y a aumentar las pensiones, proporcionadas por fondos específicos de cada empresa.

El presidente de la UAW (Trabajadores Automotrices de EE. UU.), Shawn Fain, habla con la prensa. | Foto: AFP or licensors

En un comunicado, Ford dijo que estaba “absolutamente comprometido a alcanzar un acuerdo que recompense a los empleados y proteja la capacidad de Ford para invertir en el futuro”.

El grupo calificó la oferta que hizo al sindicato hace más de dos días como “históricamente generosa con aumentos salariales significativos” y otros beneficios.

Interrogada en CNN, Mary Barra, directora de GM, defendió las propuestas de los fabricantes, que incluyen “no sólo un aumento del 20 % del salario bruto, sino también una participación en los beneficios, una asistencia sanitaria de clase mundial y varias características más”.

“Creo que tenemos una oferta muy competitiva sobre la mesa”, afirmó.

La compañía Stellantis, en tanto, dijo en un comunicado estar “extremadamente decepcionada por la negativa de los líderes del UAW a comprometerse responsablemente para llegar a un acuerdo justo”.

Con información de AFP