Las tensiones que se vivieron en los últimos días en el Pacto Histórico por cuenta de la conformación de las listas al Congreso, en las que se habló de supuesta falta de transparencia, criterio y equidad de género, pusieron al senador Gustavo Petro, líder de esa convergencia, a entregar explicaciones.

Las críticas el senador de Colombia Humana y también precandidato presidencial llevaron a que figuras de esta convergencia, como el caso de la escritora y activista Juana Afanador, renunciaran a sus aspiraciones políticas.

La molestia se enfocó especialmente en el mecanismo escogido para llegar al Congreso de la República: las listas cerradas que recaudan votos y asignan curules en orden de arriba hacia abajo.

Ante los señalamientos, Petro señaló que “el propósito de cerrar las listas es garantizar que la mitad de las curules sean de las mujeres, que el elector que quiera votar por mí pueda votar fácilmente por la lista que me representa en el Congreso y porque llegó la hora de presentar un proyecto colectivo y diverso”.

Las listas del Pacto Histórico fueron construidas en cremallera, lo que quiere decir que se intercalan hombres y mujeres en los puestos de la lista, lo que permite que ellas tengan más posibilidades de llegar al Congreso.

“Buscamos cinco millones de votos por las listas al Congreso en las elecciones que se realizarán al mismo tiempo que la consulta presidencial (en marzo)”, agregó Petro.

El líder de Colombia Humana explicó que para votar por las listas al Congreso del Pacto solo se tendrá que marcar su logo en el Senado y en la Cámara.

“Recuerde que si no cambiamos el Congreso no se podrán aprobar las reformas a las leyes que permitan garantizar de forma real los derechos fundamentales de las personas”, explicó Petro.

El precandidato presidencial agregó que “si las mafias de la corrupción se adueñan, como hasta ahora, a través de la compra de votos, de la Cámara y el Senado, desde la Cámara podrán hacer un golpe parlamentario contra el Gobierno popular. Cambiar el Congreso es fundamental”.

Polémicas

Las madres de Soacha aseguran que fueron ignoradas por el Pacto Histórico

Varios puestos han generado polémica en la lista que definió el Pacto Histórico al Senado de la República. Un ejemplo de esto es la posición que le designaron a congresistas como Iván Cepeda, Aída Avella y Wilson Arias. Incluso, una figura política como la excandidata presidencial Clara López fue relegada al puesto 12.

Ángela María Robledo, quien se separó de las filas del petrismo, encontró increíble que la lista no fuera encabezada por personalidades como Cepeda y Avella. “Dicen por ahí que acordar reglas democráticas para la conformación de listas será para una próxima oportunidad”, aseveró.

Su comentario concuerda con lo que dijo Gustavo Bolívar, quien dijo que fijar reglas de democracia interna para que se acaben los problemas será “para la próxima”. En esta oportunidad, el fuego amigo evidencia que el mayor obstáculo que tiene la alianza de izquierda es el consenso interno y la transparencia en los procesos de toma de decisiones.

Las críticas también llegaron de parte de las Madres de Soacha, un colectivo de mujeres cuyos familiares fueron víctimas de falsos positivos.

Las mujeres que conforman esta organización desde hace varias semanas habían manifestado su intención de saltar a la arena política. Sin embargo, aseguran que fueron ignoradas por el Pacto Histórico.

“El Pacto no tenía la obligación de aceptarnos en su lista, pero sí de respondernos. Hicimos todo el proceso y, sin embargo, varios del equipo de Gustavo Petro nos dejaron en visto. Dilatando todo. Sin dar la cara”, aseguró la organización desde su cuenta de Twitter.

En el Pacto Histórico, a pesar de ser una colectividad progresista, se pueden percibir movimientos que favorecen a aquellos más cercanos al liderazgo de Gustavo Petro. Mientras se pierde coherencia ideológica con coaliciones y adhesiones con sectores que en algún momento eran opuestos al petrismo, las bases de la alianza de izquierda pierden la convicción de que el movimiento del senador significa un cambio en la forma de hacer política.

Las divisiones se han vuelto un común denominador en la centroizquierda en los últimos años y han sido uno de los factores que ha contribuido a que candidatos pertenecientes a partidos ubicados en este sector del espectro político no hayan logrado llegar al poder.