Vivian Polanía, una jueza de Cúcuta, dejó prendida su cámara y quedó en evidencia cuando estaba en la cama, con cigarrillo en mano y sin la toga. La escena se hizo viral y recuerda otros “eventos” particulares con la misma jueza.

Por ejemplo, el 15 de octubre de 2020, la jueza contó su historia. En Vicky en Semana, la jueza Polanía, quien hoy tiene 34 años de edad, dijo que cada quien era sexy a su manera y que, además, le gustan los tatuajes y los piercings. “Cuando llegué a Cúcuta yo me ponía shorts y camisetas, así es el look que más me gusta. Posteriormente, yo conozco el CrossFit y practicándolo, el cuerpo cogió otra forma”, explicó.

Fue tal la polémica que protagonizó este jueves, que la Corporación Excelencia en la Justicia, emitió un breve, pero contundente pronunciamiento sobre este tema: “El día de ayer, 17 de noviembre, se dio a conocer que, en medio de una audiencia virtual, una jueza penal municipal con funciones de control de garantías de Cúcuta fue vista ejerciendo su trabajo recostada en su cama, fumando cigarrillo y en una presentación no adecuada para atender dicha diligencia”.

La Corporación rechaza lo ocurrido señalando que con relación a estos hechos, y con independencia de la forma como en desarrollo del libre ejercicio de su personalidad “la citada profesional del derecho desee conducir su vida privada, conviene recordar que dentro del ejercicio de la función judicial este tipo de comportamientos resultan inadmisibles y son merecedores del respectivo pronunciamiento por parte de las instancias disciplinarias encargadas de examinar las conductas de los jueces”.

La Comisión Nacional de Disciplina Judicial remitió el caso de la jueza de control de garantías de Cúcuta, Vivían Polanía, quien recientemente fue captada en medio de una audiencia que presidía fumando y medio desnuda mientras estaba acostada en una cama. La funcionaria judicial se frota los ojos y bosteza en repetidas oportunidades cuando le da la palabra a los otros sujetos procesales.

La grabación, que tiene una duración de 33 segundos, fue remitida por la Comisión a la Seccional de Disciplina Judicial de Norte de Santander con el fin de que defina si Polanía incurrió incursión en faltas disciplinarias en el marco de la audiencia virtual. Igualmente, se anexaron los reportes de los medios de comunicación y redes sociales que reseñaron el bochornoso caso.

Precisamente, la jueza narró hace unos meses en SEMANA que inicialmente llegó a Cúcuta en condición de provisionalidad como juez primera penal del circuito y con el pasar del tiempo, algunas amistades le empezaron a manifestar que existían molestias entre algunas personas que eran parte de su círculo laboral, por sus piernas.

De acuerdo con Polanía, teniendo en cuenta las altas temperaturas en esa ciudad, no soportaba ponerse pantalones, por lo que recurría a otro tipo de vestimenta. “Obtuve unos cambios en mi cuerpo que además son disciplina y me enamoré de este deporte (CrossFit). Obviamente, uno cambia, me ponía vestidos, fue más la molestia. La gente que me quería me decía ‘doctora, que sus fotos’, noo, yo que pena con ustedes. Lo intenté, de verdad comprándome vestidos acorde a lo que la gente quería en palacio. ¡Ayy, no resistí!”, explicó en Vicky en Semana.

La jueza también reveló que algunos magistrados del Consejo Seccional de la Judicatura de Cúcuta y Arauca mantienen revisando sus redes sociales, y hasta han enviado una serie de solicitudes a Facebook pidiendo: “Dizque cuántos likes tengo, dónde estoy ubicada, que cuántas fotos. No mejor dicho, la más perseguida como si yo fuera de una organización delincuencial. A mí eso me tiene sorprendida, pero no veo ningún problema, mis cuentas siempre han sido públicas, las pueden mirar, revisar”. Señaló que ella prefiere que la gente se dé cuenta del “error tan grande que están cometiendo”.