El trabajo coordinado entre Colombia y Argentina fue fundamental para capturar a Arioston de Jesús Posso Guisao, alias Salvatore. Este sujeto, según la Policía, habría impuesto una modalidad en el país austral para enviar cocaína hacia Europa, especialmente Portugal.
Salvatore, dice el expediente al que tuvo acceso SEMANA, no hacía parte directamente de la organización Los Chatas, sino que era una especie de canciller, un articulador internacional para lograr el tráfico de cocaína.
“Alias Salvatore es uno de los principales coordinadores de una red internacional de tráfico de cocaína, asociada al grupo delincuencial organizado autodenominado ‘Los Chatas’, que realizaban adecuaciones en vigas plásticas y estructuras de sillones para el ocultamiento de cocaína cuyo destino final era el puerto de Leixões (Portugal)”, dijo una fuente de la Dirección de Inteligencia de la Policía a SEMANA.
De acuerdo con la fuente, Posso Guisao mantendría contacto directo con los principales cabecillas de Los Chatas, Juan Carlos Mesa Vallejo, alias Carlos Chata, y Jorge Zapata Ríos, alias Jonas, procurando ampliar la red internacional de narcotráfico entre los grupos criminales de Argentina y Colombia.
El modus de delinquir que habría impuesto Salvatore en Argentina era el de enviar a Portugal cargamentos legales de sillones, que contenían en sus piezas desarmables el alcaloide camuflado, así reposa en el expediente que le abrió la justicia argentina al colombiano.
Su causa penal se encuentra en el juzgado nacional penal y económico número 5 de Buenos Aires, que lo requirió a nivel internacional al considerarlo uno de los delincuentes más buscados de ese país. Su nombre apareció en las bases de datos de los 192 países con los que tiene convenio Interpol.
Para las autoridades, alias Salvatore sabía que la justicia Argentina estaba sobre él y por eso decidió regresar a Colombia, en donde no tenía ningún proceso penal pendiente y se podía mover ‘como Pedro por su casa’.
Con lo que no contó Salvatore, era que los argentinos se iban a mover pronto e incluyeron su nombre entre las personas más buscadas del mundo. Con sus datos en Interpol, las autoridades argentinas le notificaron a las colombianas que tenían información sobre que su sospechoso podría estar en nuestro país.
Con la alerta activa, la Dirección de Inteligencia de la Policía, Dipol, se puso en la tarea de rastrear a Salvatore, a quien ubicaron en un primer momento en Bogotá, moviéndose por exclusivos sectores de la capital del país. Luego, como si supiera que lo estaban siguiendo, decidió moverse para Antioquia, allá se transitaba entre la Ceja y Barbosa, donde tenía varias propiedades, también viajaba hacia Medellín, donde sería capturado.
La detención de alias Salvatore se conoció en el marco de la XV Cumbre de la Comunidad Latinoamericana y del Caribe de Inteligencia Policial que tuvo como anfitrión a Colombia.
En este escenario de encuentro, los directores de inteligencia y analistas de 22 países muestran resultados y avances en el intercambio de información, especialmente frente a las nuevas dinámicas criminales asociadas al lavado de activos con criptomonedas, delitos que afectan el medio ambiente y desafíos globales del narcotráfico.
“Esta cumbre nos permitirá concebir estrategias colectivas que garanticen la función del mecanismo como puente eficaz entre los servicios de inteligencia y las necesidades que demanda la seguridad de cara a los desafíos de la globalización criminal”, afirmó el director de inteligencia policial de Colombia, el coronel Juan Carlos Trujillo Colmenares.
El mecanismo de la cumbre fue creado el 18 de febrero de 2005 en el marco del II Encuentro Internacional de Inteligencia y la IV Cumbre de la Comunidad Andina de Inteligencia Policial (CAIP); quienes acordaron la creación de un instrumento para la consolidación y aplicación de estrategias que permitan facilitar la lucha contra la delincuencia trasnacional.
Sobre Los Chatas, hay que mencionar que no es una organización cualquiera, se trata de la red que era liderada por Juan Carlos Mesa, alias Tom, quien —como se recordará— fue capturado cuando celebraba su cumpleaños con alias Popeye (fallecido) luego de que este recuperara su libertad.
En parte de Medellín y el Valle de Aburrá, el nombre de Tom causa escalofríos. Su popularidad se debe a que en la actualidad es uno de los hombres más peligrosos y buscados del país.
Un dato revela la importancia en la delincuencia y el narcotráfico de este hombre de 49 años de edad nacido en Bello, Antioquia. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrecía 2 millones de dólares a quien entregara información que permitiera su captura. Al efecto, había publicaciones, afiches con la foto y los datos de Tom, como en las épocas de la persecución de Pablo Escobar y otros integrantes del cartel de Medellín.