Un nuevo capítulo se escribió en medio de la investigación que actualmente adelanta la Fiscalía General por la presunta pérdida de diez lingotes de oro y 69 lujosos relojes que le fueron captados al narcotraficante Carlos Felipe Toro Sánchez, más conocido con el alias Pipe Montoya, en diciembre de 2019.

En audiencia pública, una fiscal de la Unidad de Extinción de Dominio, que recibió el caso, manifestó que existía un sinnúmero de irregularidades en los elementos incautados al condenado narcotraficante. Entre estos se encontraba el hecho que los lingotes de oro no habían sido registrados siguiendo los trámites exigidos por la ley, por lo que no existía ningún documento que estableciera su peso, autenticidad y dictamen de originalidad.

Montoya, conocido también como "El señor de la guerra", es considerado el cabecilla narcotraficante más poderoso de la última década en Colombia, según el FBI.

Tampoco se realizó la certificación ante el Banco de la República. Es decir, es como si nunca hubieran sido incautados, pues no hay un registro claro de los elementos que se encontraron en el megaoperativo y que estaban en custodia de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).

Lo peor sería que los elementos que están actualmente en poder de las autoridades serían latas comunes pintadas de color oro. Por esos graves hechos la misma fiscal de la unidad de extinción de dominio le pidió a la delegada contra la corrupción que abriera un investigación para determinar la participación de funcionarios del ente investigador y agentes de la Dijín de la Policía, así como de todo aquel que hubiese tenido contacto con el material incautado, para establecer este “cambiazo”.

Como cereza del pastel se suma el hecho que varios de los lujosos relojes incautados –algunos de ellos de oro y con incrustaciones de diamantes– resultaron ser falsos cuando se realizó la revisión. En este caso, según señaló la misma fiscal de extinción de dominio, no se adelantó una cadena de custodia como lo exige la ley. Por esto, la primera versión indica que desde el primer momento se presentaron fallas que permitieron que todo se extraviara de la caja fuerte.

Recientemente el despacho de la vicefiscal Martha Janeth Mancera ordenó una reasignación de la investigación, la cual será asumida a partir de la fecha por el fiscal 103 delegado ante el Tribunal Superior y adscrito a la dirección Especializada contra la Corrupción.

En un documento publicado este martes por Caracol Radio, se advierte de la “connotación nacional” de este complejo caso el “cual requiere especial atención”. Esto debido a que estarían vinculados agentes de la Dijín, investigadores de la Fiscalía y hasta una jueza de control de garantías.

En el documento, firmado por la propia vicefiscal general, se señala que son “más de diez servidores públicos pertenecientes a la Policía Nacional, la Sociedad de Activos Especiales, Rama Judicial-Consejo Superior de la Judicatura y Fiscalía General de la Nación” que están en la mira por este extravío de elementos materiales incautados.

La billonaria incautación

El 18 de diciembre de 2019, la Fiscalía General anunció con bombos y platillos un “golpe” a la fortuna de alias Pipe Montoya, conocido por hacer parte del cartel del norte del Valle comandado por su primo, Diego León Montoya Sánchez, alias Don Diego

Entre los elementos incautados se encontraba el criadero Nuevo Amanecer, ubicado en el municipio de Tenjo, Cundinamarca. Los agentes determinaron en ese momento que “era el criadero más importante de Colombia” al tener 48 caballos de paso fino que tendrían, cada uno, un valor cercano a los dos millones de dólares.

Las autoridades policiales que se encontraban en el aeropuerto lograron la captura del individuo. | Foto: Policía Aeropuerto Olaya Herrera

Sin embargo, la sociedad conformada en Cali demostraba activos solamente de 50 millones de pesos. Lo que demostraba una actividad completamente irregular y contradictoria.

En el operativo, además, se incautaron seis camionetas de gama alta, algunas de ellas con blindaje. Además, se reseñaron obras de arte de varios artistas reconocidos que estaban avaluadas en 218 millones de pesos en efectivo, placas de oro macizo y una pistola de nueve milímetros.

Pipe Montoya, señalado de ser el jefe de sicarios del cartel del norte del Valle, había regresado a Colombia en 2012 luego de cumplir una condena de 19 años en los Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.

Una vez en el país empezó a moverse nuevamente en los círculos ilegales para realizar varias transacciones de lotes inmuebles, entre estos fincas y demás, así como de lujosos automóviles.