Luego de que se presentaba el incidente, donde resultaron heridas cuatro personas en el norte de Bucaramanga por la activación de una granada donde un soldado, quien hace algunos días prestaba su servicio en la Unidad Militar ubicada en Pamplona (Norte de Santander), y que sacara de allí el artefacto explosivo, las autoridades allanaron su casa y encontraron más granadas.

“Logramos ubicar la residencia y hallamos entre sus pertenencias dos granadas más que estaban camufladas en dos recipientes plásticos entre cemento. Seguimos recolectando elementos, materiales de prueba y evidencia física para llevar al sujeto a judicializarlo, porque lo que planeaba hacer era premeditado”, confirmó el coronel Misael Quiroga, comandante Operativo de la Policía Metropolitana de Bucaramanga (Mebuc).

El ataque se registró cuando en la noche del martes, 11 de octubre, Miguel Andrés Vargas, Deiby Arley Valdivieso Santos, Brandon Andrey Nariño Guerrero y Aníbal Mena Mota se reunieron frente a una vivienda en la calle 0A con 15D del barrio Villa Mercedes, ubicado al norte de la capital santandereana, para departir.

La noche transcurrió con normalidad; sin embargo, hacia la madrugada fueron abordados por un sujeto, cuya identidad hasta el momento no ha sido revelada. Este hombre les habría pedido que lo dejarán jugar naipe y sin problema el grupo de amigos aceptó.

“En lugar se encontraba un grupo de personas compartiendo desde la noche anterior, estaban ingiriendo bebidas embriagantes y jugando cartas. Luego al lugar llegó un conocido, quien vestía de mujer y pidió que lo dejaran jugar cartas, pero hacia las 4:00 a. m., esta persona perdió lo que apostó y se fue de mal genio”, explicó el comandante Operativo de la Mebuc.

Miguel, Deiby, Brandon y Aníbal continuaron jugando sin imaginar la tragedia que se aproximaba. Pues, 20 minutos después, es decir, a las 4:20 a. m., el hombre que vestía como mujer regresó y los atacó con un objeto explosivo.

“Este sujeto nuevamente apareció y les lazó un artefacto, las víctimas inicialmente creyeron que era una piedra, pero enseguida este objeto, que resultó ser una granada de fragmentación, explotó y los cuatro hombres quedaron lesionados”, agregó el coronel Quiroga.

Una vez perpetrado el ataque, el agresor salió corriendo y desapareció del sitio, donde quedaron rastros de sangre, las cartas de naipe y una vivienda también sufrió afectaciones. Segundos después, los heridos fueron auxiliados y trasladados hacia el Hospital Local del Norte, donde los médicos confirmaron que uno de los afectados presenta heridas de gravedad y se encuentra bajo pronóstico reservado.

Miguel Andrés Vargas sufrió heridas en el costado izquierdo del cuerpo; Deiby Arley Valdivieso Santos, quién presenta lesiones por esquirlas en el brazo, pierna izquierda y boca; Andrey Nariño Guerrero, quien sufrió múltiples esquirlas de la granada en la espalda y en la pierna derecha, y Aníbal Mena Mota resultó con heridas en el ojo derecho, en varios dedos de las manos y una herida abierta en la cabeza.

Así mismo, las autoridades revelaron que el atacante, al parecer, habría sacado la granada de una Unidad Militar ubicada en Pamplona (Norte de Santander), donde prestaba su servicio militar y de donde salió hace algunos días.

“Es una persona presuntamente que se evade del Cantón Militar de Pamplona, presenta, al parecer, problemas psiquiátricos y se trae este artefacto de Pamplona. Él está plenamente identificado y su nombre se mantiene en reserva, mientras se logre su captura”, señaló una fuente de la Policía Metropolitana de Bucaramanga (Mebuc) a SEMANA.

Y agregó que: “Ella (la madre) nos cuenta que su hijo ha tenido algunos problemas psicológicos-psiquiátricos, y que ya está en tratamiento”.

Por este hecho, las autoridades ofrecen una millonaria recompensa a quien suministre información que permita la ubicación y captura del responsable.

“Hago un llamado a la comunidad para que suministre información y permita dar con la captura de este hombre, se ofrece una recompensa de hasta diez millones de pesos para ubicar y capturar a este individuo”, puntualizó el coronel José James Roa, comandante de la Mebuc.