Un niño de seis años falleció tras luchar diez días por su salud en una unidad de cuidados intensivos de Cali, luego de recibir una fuerte golpiza por parte de otros menores en el municipio de Yumbo.
Al parecer, el ataque se presentó cuando él estaba jugando en las inmediaciones de su casa y los demás compañeros se habrían acercado a lesionarlo con palos en la cabeza.
De inmediato, sus padres lo llevaron al servicio de urgencias donde se complicó su salud. En ese momento, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) fue advertido sobre el desgarrador suceso.
La entidad afirmó que “cuando el niño se encontraba en la institución designó un equipo de Defensoría de Familia para iniciar el proceso de acompañamiento a las familias de todos los niños vinculados al episodio de violencia”.
Mientras que la Comisaría de Familia de Yumbo inició una verificación para conocer el estado de los derechos de los hermanos del menor fallecido y el de otros infantes que, supuestamente, tendrían protagonismo en la emergencia.
La madre de la víctima denunció en Blu Radio que su hijo llevaba varias semanas sufriendo acoso escolar, pero se quedó en silencio. Sin embargo, ella está haciendo esfuerzos para que la muerte no quede en la impunidad.
“Queremos justicia y que averigüen bien por qué le hicieron esto a mi hijo, que paguen lo que tenga que pagar, porque hicieron sufrir a mi pequeño y a mí como madre, me quitaron el corazón, eso no se repara nunca”, relató la mujer.
Se conoció que la Alcaldía de Yumbo adelantó un consejo de seguridad para evaluar la situación y la Fiscalía General de la Nación también avanzan en las investigaciones para esclarecer el hecho que tiene en conmoción al departamento.
La dura historia del niño que murió por los maltratos de sus padres y a quien su mamá alquilaba para prácticas sexuales
Era julio de 2007 en Medellín. José Ignacio Castrillón Arenas y María Jacqueline Urdinola Ruiz aprovechaban la nula vigilancia de entidades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para maltratar física y psicológicamente a su hijo de 2 años de edad.
No conforme con maltratarlo, su madre lo prostituía a cambio de dinero para ella y su compañero sentimental. No hay un registro oficial de cuando comenzaron los vejámenes contra el niño, pero sí se conoció de una alerta emitida por médicos de un hospital en el año 2007.
En ese momento, el menor de edad llegó en mal estado de salud y al ser atendido los galenos se dieron cuenta de que algo sucedía con el niño. Las cicatrices en su cuerpo, algunos cortes en el ano fueron los signos de maltrato y abuso sexual que reportaron los médicos a las autoridades, luego de que su estado de salud empeorara. El niño permaneció internado durante tres semanas, pero por la gravedad de las heridas no sobrevivió.
Para muchas personas, vecinos del bebé, su muerte se pudo haber evitado, ya que ellos mismos reportaron al Icbf las pésimas condiciones en las que se encontraba el niño. Sin embargo, la custodia siguió estando en poder de su madre María Jacqueline Urdinola Ruiz.
Después de la muerte del niño, la Fiscalía abrió investigación en contra de los padres del menor de edad. Fueron dos años de trabajo para recolectar las pruebas que demostrarían los maltratos de los que era víctima el infante.
En abril de 2009, después de capturarlos, la Fiscalía presentó todas las pruebas recolectadas ante un juez. El material era contundente y todo apuntaba a que los responsables de matar al niño fueron sus propios padres: José Ignacio Castrillón Arenas y María Jacqueline Urdinola Ruiz.
Además del maltrato físico, las investigaciones lograron comprobar que el menor de edad también era alquilado por sus padres para prácticas sexuales. Es decir, el niño era una víctima de abuso sexual.
El juez del caso condenó a José Ignacio Castrillón Arenas y María Jacqueline Urdinola Ruiz por homicidio agravado y acceso carnal abusivo agravado con menor de 14 años. La mamá del niño fue condenada a 44 años de prisión y el hombre a 40.