¿Perder 1.700 millones de pesos en dos segundos? Sí, es posible y ocurrió en Medellín. SEMANA revela la estrategia de los ‘criptoladrones’, una poderosa red de delincuentes que abandonó los atracos en las calles y migró a internet para apoderarse de las fortunas que circulan en las billeteras virtuales.

Estas personas tienen la lupa puesta sobre el Bitcoin y Ether, dos monedas digitales que solo existen electrónicamente, cuya unidad está avaluada en más de 254 millones de pesos. En Colombia no es legal ni ilegal portarlas. La gente las usa para hacer pagos rápidos, evitar los impuestos de bancos o como una inversión a futuro.

En la capital de Antioquia, se han reportado cinco episodios en los que piratas ingresaron a los teléfonos de las víctimas y se apropiaron de los bienes que allí tenían registrados: “No les interesa el celular, una cadena o un par de tarjetas. Ellos quieren las cripto”, dijo Javier Santacruz, investigador de delitos informáticos de la Policía.

Los afectados frecuentes son los extranjeros. En los expedientes conocidos por SEMANA, se lee que los turistas aterrizaron en el Valle de Aburrá para tener diversión con mujeres y alcohol. Ellas fueron contactadas por medio de Tinder y se aprovecharon de la confianza que les dieron para dejarlos sin nada.

El drama es parecido, como si se tratara de un libreto escrito por el mismo delincuente y ejecutado al pie de la letra: las damas les suministraron un sedante en las bebidas, los convencieron para tener sexo en un apartamento y allí los durmieron para que perdieran el control de sus decisiones. Este último paso es determinante.

Tres ciudadanos dominicanos confesaron que las anfitrionas estuvieron pendientes de las claves de sus celulares durante la fiesta, pero no le vieron problema por la euforia de la noche. Ellos solo recuerdan dos momentos: el instante en que fueron tendidos en la cama y cuando se despertaron sin sus criptomonedas.

Cada vez son más frecuentes los robos de monedas digitales. | Foto: Craig Hastings

La Fiscalía descubrió que estas mujeres les arrebataron sus teléfonos y los cedieron a un grupo de piratas para que sacaran las monedas digitales. En cuestión de segundos, lograron tener en sus manos 39 millones de pesos. “Fue una fiesta amarga para ellos, pero logramos recuperar una parte del activo”, agregó Santacruz.

Según la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, en las calles hay una banda delincuencial que se está dedicando exclusivamente a robar dinero electrónico, un problema que no se habría imaginado en el pasado. Solo en los cinco casos que se tienen en el radar, se perdieron más de 1.700 millones de pesos.

La Unidad de Delitos Informáticos de la Sijín de Medellín y la Fiscalía han podido desmantelar gran parte del grupo: sus coordinadores y las personas que suministran escopolamina; también han recuperado parte del dinero hurtado en una tarea titánica, pues los uniformados han esquivado los retos de esta tecnología.

El problema no es ajeno a Antioquia. Según los registros de la misma institución, en el año 2023 se presentaron 90 denuncias asociadas al delito de transferencia no consentida de activos; solo en lo corrido del 2024, ya hay 49 quejas en todo el territorio nacional, un incremento visible en la problemática.

Lo llamativo es que Colombia no ha regulado el movimiento de criptomonedas, pero sí hay intensiones del Gobierno y el Congreso. La situación es grande. Un estudio de la plataforma fintech CryptoMarket advierte que este territorio es el décimo con más corrientes de Bitcoin y Ether en el mundo, y el segundo en Latinoamérica.

Un análisis de la Universidad Externado de Colombia sugiere un avance en la regulación: “Considerar el avanzado crecimiento de las transacciones con monedas virtuales y la necesidad de garantizar una protección adecuada al consumidor, resulta imperativo contar con un marco normativo que regule las transacciones”.

Las monedas tradicionales le dan paso a las monedas digitales. | Foto: 2023 Matt Cardy