El 7 de octubre se conmemora uno de los días más oscuros de la humanidad, por la masacre del grupo terrorista Hamás a más de 1.200 personas que fueron cruelmente asesinadas en territorio de Israel. Murieron personas de distintas nacionalidades, entre ellas, dos colombianos que se encontraban en el festival de música Nova.
Ese día violaron a cientos de mujeres, las despojaron de sus ropas, las torturaron, golpearon y asesinaron. Pregunto a las feministas que marcharán hoy en distintas ciudades del país: ¿van a hacer un homenaje a esta barbarie? Si realmente apoyan la causa feminista, ¿por qué no marchar por ellas? La violencia sexual se desplegó como en ningún otro conflicto como arma de guerra. ¿Acaso eso no les duele?
Cientos de bebés recién nacidos, niños y jóvenes, fueron maltratados, torturados, secuestrados, siendo muchos de ellos obligados a ver cómo asesinaban a sus padres. Pregunto a los profesores de Fecode (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación) que marcharán hoy: ¿esa es su visión de protección de los derechos de los niños de Colombia? ¿Construiremos un mejor país premiando este tipo de conductas, lesivas de los derechos de los más indefensos?
La lucha propalestina queda completamente deslegitimada cuando se marcha en favor de Hamás, justo el día en el que se cometieron delitos de lesa humanidad, premiando con ello su actuar terrorista en un Estado de derecho libre como Israel. Los que marchen hoy estarán del lado del terrorismo que oprime a un pueblo como el palestino, que vive bajo la dictadura de una agrupación ilegal como Hamás, que tiene como bandera no solo la aniquilación del Estado de Israel, sino también la opresión de las mujeres, como buenos fundamentalistas islámicos que son, así como de todo aquel que piense diferente.
Por cierto, a todos los progresistas que marcharán hoy quiero recordarles que, bajo la dictadura de Hamás, todo aquel que se identifique de género diverso (LGBTI), en Gaza, es condenado a ser ejecutado, no sin antes ser torturado.
A ustedes, que quieren incendiar las calles: ¿cuál es su lógica? ¿La lógica de ser idiotas útiles? Si hablamos de genocidio, ¿por qué no protestar por el derecho a la vida de aquellos niños recién nacidos pertenecientes a la etnia wayuu, que aún fallecen en La Guajira como consecuencia de la desnutrición que este gobierno prometió acabar, pero que prolifera? Ilustres miembros del gobierno del cambio robaron a través de la UNGRD (Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres) los recursos asignados para calmar su sed, ¿eso no les importa?
No es bajo ninguna lógica entendible que el sindicato de maestros de las escuelas públicas del país proteste a favor del asesinato y la tortura de niños, y no condene la indolencia de este gobierno que los dejó sin un servicio de salud medianamente decente. Lo que ha hecho este gobierno con el Fomag (Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio) es criminal.
El antisemitismo desplegado por este gobierno contra la comunidad judía es infame. No solo por las declaraciones cada vez más desafortunadas del presidente de la República, sino también por sus actuaciones. A los creyentes católicos en la Semana Santa y en las navidades, festividades sagradas, se nos presta el servicio de policía a las entradas de las iglesias. Es lo que he visto a lo largo de mi vida en Bogotá, y en distintas ciudades del país.
Es por esta razón que quiero denunciar que a la comunidad judía se le haya quitado este apoyo en las sinagogas, justo en tiempos en los que el antisemitismo en Colombia está exacerbado. Nuestro país es un Estado de derecho en el que debe garantizarse la seguridad y la vida a todos sus habitantes. Aquí la libertad de culto es un derecho amparado por la Constitución, derecho que —en mi concepto— está violando el actual gobierno con su política antisemita.
A aquellos que marchan hoy, quiero decirles que homenajear a una agrupación criminal como Hamás, de la cual durante años han tratado de liberarse los palestinos, es lacerar los derechos de ese pueblo, que hoy más que nunca clama que Hamás se vaya para siempre de su territorio. Marchar un 7 de octubre, convalidando así una de las peores masacres de la historia de la humanidad, es actuar en contra de dos pueblos, el de Israel y el gazatí.
Espero, por el bien de todos, que esta guerra termine pronto, y que Hamás se vaya para siempre de Gaza. Honro la memoria de todos aquellos que fueron asesinados el 7 de octubre, día en el que se cometió un ataque demencial no solo contra Israel, sino contra toda la humanidad.