El presidente Gustavo Petro, cuando era un candidato de oposición, criticó al exmandatario Iván Duque por cambiar la flotilla de aviones porque consideraba que era un hecho irresponsable con el país.
“La compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante. No entiendo un país que pueda aplaudir que no se usen los recursos para salvar la vida y en cambio sí en instrumentos para bombardear niños”, aseguró el mandatario en 2021.
Esa frase se le devolvió como un búmeran y hoy Petro enfrenta una nueva crisis en su gobierno, no solo por el bombardeo en el que fallecieron niños en el Guaviare, sino porque la compra de 17 aviones de referencia Gripen de la marca Saab de Suecia le ha traido varios dolores de cabeza.
En las últimas horas fue instaurada una denuncia en contra de Petro en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, en la que se pide investigar al mandatario por delitos de interés indebido en la celebración de contratos, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, tráfico de influencias, utilización de información privilegiada, falsedad en documento público y fraude procesal por presuntos sobrecostos en la adquisición de las aeronaves.
Casi que en paralelo, su gobierno sumó una nueva investigación en Estados Unidos cuando las relaciones entre ambos países no pasan por su mejor momento y varias semanas después de que el mandatario haya sido incluido en la lista Clinton.
Al Departamento de Estado de ese país llegó una denuncia que pide investigar la millonaria transacción, luego de que se conociera que habría sucedido un hecho de presunta corrupción con una compra similar que hizo Brasil con la marca sueca.
“Es por eso que hemos solicitado y radicado una denuncia ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en la Unidad de Fiscales Especializados ante soborno extranjero, para que haga la investigación y saber si la empresa filial americana estaría también en la estructura corporativa en el contrato con Colombia”, aseguró el abogado Juan Carlos Portilla.
La compra de los aviones de combate no se ha podido desligar de lo sucedido entre el presidente y su esposa Verónica Alcocer, quien se encuentra residiendo en Estocolmo, Suecia, y estaría separada del mandatario, como lo confirmó el mismo Petro. De hecho, el mandatario reconoció que la primera dama no podría retornar al país por las sanciones que se han impuesto.
Más allá de los líos de la familia presidencial, el medio sueco Expressen informó de la vida de lujos y de exitosas relaciones públicas que lleva la primera dama en ese país, por lo que varios han sembrado dudas si pudo haber tenido que ver la compra de los aviones suecos o se trataría de una mera coincidencia.
El exsecretario de Transparencia, Camilo Enciso, anunció que presentaría una denuncia ante la Unidad Nacional Anticorrupción de Suecia, para que se investigue si Alcocer pudo haber tenido alguna incidencia en el millonario negocio.
El presidente ha tenido que sortear todo este escándalo relacionado a estos hechos mientras su ministro de Defensa, Pedro Sánchez, se encuentra en la cuerda floja y con una moción de censura a cuestas en el Congreso, precisamente, por la compra de los aviones de combate y por el bombardeo a las disidencias de las Farc en el que fallecieron menores de edad, la misma razón por la que en su momento el petrismo logró sacar a un ministro de Defensa.