A pocos días de cumplirse los 100 primeros días del gobierno del presidente Gustavo Petro, algunos políticos analizan lo que ha sido el arranque de su mandato. El senador David Luna, de Cambio Radical, aseguró que algunas decisiones podrán generar una crisis económica que se sentirá el próximo año.

SEMANA: a pocos días de cumplirse los 100 días del gobierno de Gustavo Petro, ¿cuál es su balance?

DAVID LUNA (D. L.): una situación compleja con una inflación disparada. La devaluación del peso en su máxima expresión y una reforma tributaria que grava a las clases menos favorecidas generan un coctel explosivo que asfixia a los colombianos y que seguramente será muy complejo para el crecimiento del próximo año, la generación de empleo y la sostenibilidad fiscal. Me parece que ese es el punto más difícil en estos momentos, del cual poco se habla en algunos casos por desconocimiento y en otros porque todavía existe una luna de miel con el Gobierno y con el presidente.

SEMANA: ¿el principal problema estaría relacionado a la economía del país?

D. L.: los desaciertos de sus ministros, el afán protagónico de sus funcionarios, la falta de control del Gobierno está generando una desconfianza muy grande en los mercados que va a terminar impactando a la economía. Finalmente, lo que le preocupa a cualquier ciudadano es el bolsillo, más allá de las disputas políticas e ideológicas.

El próximo año vamos a vivir una dificultad muy grande que ya comenzamos a sentir con el aumento de los precios de los alimentos y con el aumento de costo de vida. Estaremos viendo una situación que no es fácil de administrar para un Gobierno. Petro dijo, tal vez dos o tres días después de posesionarse, que él tenía que tramitar todas las reformas antes del primer año o posteriormente no se las aprobarían. Del afán no queda sino el cansancio. Están tramitando normas para demostrar capacidad política y lo que están generando es un coctel tóxico.

SEMANA: ¿el colombiano de a pie cómo se vería afectado por esas decisiones?

D. L.: el país sigue en una parcial luna de miel con el presidente, no sienten todavía las dificultades o consecuencias de sus decisiones, pero van a comenzar a sentirla el próximo año cuando el crecimiento sea cercano a cero o negativo, cuando el empleo comience a flaquear y cuando la inflación siga aumentando. Eso implica que el año se terminará con tranquilidad, comenzará con tranquilidad en medio de un mundial de fútbol, de unas fiestas decembrinas, pero lo que se viene comenzando el mes de febrero o marzo va a comenzar a generar preocupación y afectación en la ciudadanía.

SEMANA: en campaña se decía que con el triunfo de Petro, Colombia podría terminar como Venezuela y ahora se compara con Argentina. ¿Usted cree que ese podría ser el destino del país en términos económicos?

D. L.: han sido irresponsables los que tratan de comparar a Colombia con Venezuela, entre otras, por desconocimiento. La economía venezolana en la época de Chávez era una economía cuatro o cinco veces más fuerte que la colombiana, entre otras, porque estaba basada en la exploración del petróleo y en los altos precios del mismo. Colombia no tiene esas dimensiones en estos momentos ni las tendrá después de los anuncios en materia de explotación de hidrocarburos.

Ahora, lo que sí puede terminar pasando es que ante la no compra de los TES en el mercado internacional y el significado que tiene eso en el pago de la deuda, el país tendrá que tomar determinaciones, que conociendo a Petro pueden terminar en el default, es decir, el no pago de la deuda y eso sería gravísimo para la economía. Pero, siento que todavía hay un margen para lograr que el presidente entienda que jugar con los mercados es como jugar con pólvora, no tienen consideración ni por la filosofía ni mucho menos por la política. En Brasil, el cambio de la derecha a la izquierda no tendrá tanta reacciones porque hay un Lula muchísimo más centrado, con mayor experiencia y con unas declaraciones tranquilizadoras, cosa distinta está pasando lamentablemente en Colombia.

SEMANA: ¿cómo ha visto el trámite de los proyectos del Gobierno en el Congreso?

D. L.: siento que hay diferentes tipos de proyectos. Vamos por partes. La reforma política me parece un proyecto antidemocrático, revanchista, que no ataca al clientelismo o por el contrario lo que hace es promoverlo. La reforma tributaria tiene unas grandes dificultades en materia de crecimiento, va a espantar la inversión, va a afectar la generación de empleo y obviamente va a dificultar la canasta familiar.

Yo resalto, aunque no en su totalidad, pero me quedo con la prórroga de la Ley 418, más conocida como paz total. Creo que es bueno lo que se logró en el entendido de darle las herramientas necesarias al Gobierno para que avance en la consolidación de acuerdos con grupos al margen de la ley. Sin embargo, me queda un sinsabor muy grande de los dos ‘micos’ que trataron de evitar y que afortunadamente nos logramos oponer para darle facultades al presidente en materia de indultos y en materia de expedición del marco normativo para la ley de sometimiento.

SEMANA: pero generó polémica abrir la puerta para negociar de nuevo con Iván Márquez...

D. L.: estuvimos totalmente en desacuerdo por dos razones. Una de orden político y es que Iván Márquez y la Nueva Marquetalia tuvieron una oportunidad y le hicieron ‘conejo’ al país y no tienen otra opción que someterse a la justicia ordinaria. Dos, es clarísimo el acuerdo con las Farc que está elevado al bloque de constitucionalidad en que las personas que lo incumplen tienen que someterse a la justicia ordinaria, motivo por el cual la ley de orden público no es suficiente para lograr darle una nueva oportunidad a Márquez.

SEMANA: ¿cómo ha visto a los ministros en estos 100 días?

D. L.: es un gabinete lleno de inexperiencia, con un afán protagónico exagerado y es un gabinete al que los mercados le están pasando factura por su exceso de declaraciones. Y en el Gobierno, yo que estuve sentado en ese lado de la silla, uno tiene que tratar de generarle las menos dificultades al presidente. Yo veo un gabinete que todos los días le genera problemas al presidente y el presidente trata de apaciguarlo sin lograrlo.

SEMANA: ¿Cambio Radical seguirá siendo independiente al Gobierno?

D. L.: Cambio Radical asumió la posición de ser independiente y ha actuado de esa manera los últimos meses. Creo que es la bancada más cohesionada, ordenada y organizada de todo el Congreso. Ha demostrado en esta posición independiente tener una figura muy bien formada, hay vocerías para todos los temas. Hemos señalado que nosotros perdimos las elecciones y por ende tenemos que controlar. Quienes las ganan gobiernan, pero quienes las pierden controlan.