Cuando en el partido Centro Democrático reinaba un silencio sepulcral sobre las incómodas actuaciones de Miguel Uribe Londoño —padre del exsenador Miguel Uribe Turbay—, en medio de la campaña presidencial, el único que dio un paso al frente y le contó al país las movidas del economista y abogado fue el senador uribista Andrés Guerra.
Lo hizo a través de SEMANA. Sin titubeos narró detalles de un episodio tenso protagonizado por el director del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo, y los precandidatos María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y él. Paola Holguín no asistió al encuentro virtual.
Esa noche, según él, se puso en conocimiento que el equipo de Uribe Londoño había contactado a la firma AtlasIntel para proponerle que realizara un tracking, pese a que se sabía que la colectividad la había contratado para escoger al candidato único.
“Fue una reunión que se hizo virtualmente casi a las diez de la noche. Ingresamos tarde porque don Gabriel Jaime Vallejo estaba llegando a un aeropuerto. Lo esperamos. Él, muy extrañado, nos contó a los precandidatos que Atlas Intel lo había abordado y le había dicho que una campaña y sus asesores habían pedido que, si era posible, esa firma hiciera unos trackings en Colombia, cuando todos sabíamos que esa encuestadora era la escogida por el Centro Democrático para definir al candidato único a la presidencia. Ya habíamos avanzado desde un documento del 22 de agosto, días después del asesinato de Miguel Uribe Turbay. Atlas se declaró impedida para realizar el procedimiento en Colombia. Eso afectó mucho la escogencia del candidato, dejó en un límite a Gabriel Jaime Vallejo y terminó pasando la suspensión y el aplazamiento”, relató.
Esa noche —según Andrés Guerra— Miguel Uribe respondió que era posible que algún asesor hubiera contactado a AtlasIntel, pero que él no había dado esa orden.
“Yo le dije, con mucha claridad, que me costaba creer que un hombre de 73 años, con las características de él, no supiera. Dije que, para mí, era un escenario muy difícil de entender. Se alzó la voz. Don Gabriel Vallejo, en su rol de director, trató de tranquilizar las cosas y nos dijo que más bien nos volvía a contactar porque el ambiente era muy complicado y difícil”, expresó. Cabal y Valencia no se quedaron calladas y le reclamaron a Uribe Londoño.
“El camerino en el Centro Democrático está en una situación muy difícil”, resumió, en su momento, Guerra.
“Indudablemente hay una distancia. Hoy no hay confianza. La actuación de los asesores de don Miguel Uribe Londoño, difícil; pareciera que tuvieran más peso que los propios precandidatos. Eso ha generado una molestia permanente y continua. Cuando estábamos definiendo la encuestadora, querían saber mucho más que la firma encuestadora que iba a hacer el ejercicio y querían aplicar todas sus herramientas. Cuando se dieron cuenta de que no había esa posibilidad y cercanía, empezaron a vetar a la empresa internacional. Esas son conductas que lo ponen a uno a reflexionar”, advirtió.
Hoy, cuando otra movida bajo la mesa de Miguel Uribe Londoño lo sacó de la candidatura presidencial del Centro Democrático, Guerra siente que el tiempo le dio la razón.
“A pesar del maltrato que he recibido, el tiempo me dio la razón. La franqueza lleva sombrero”, escribió Guerra en redes sociales.
Por cierto, el político paisa retó a los demás precandidatos a la presidencia a desmentirlo públicamente, incluso a Miguel Uribe Londoño. Nadie lo hizo. Al interior del partido, al parecer, sabían que lo relatado por el hoy senador a SEMANA es verdad.