“Si el presidente llega a la Catedral, yo voy a tener que coger el micrófono y pedirle que se vaya”, aseguró María Claudia Tarazona haber dicho cuando estaban planeando las honras fúnebres de su esposo. La decisión -narró ella- no tomó por sorpresa a la familia, sino que generó un apoyo inmediato, especialmente entre ella y el papá del senador, Miguel Uribe Londoño.
El director del noticiero, José Manuel Acevedo, le preguntó qué habría hecho si el primer mandatario la hubiera llamado, algo que nunca ocurrió ni en los meses en que el precandidato estuvo en UCI, ni tras su fallecimiento.
“Descarado. Atrevido”, aseguró.
No fue el episodio que compartió con indignación. Tarazona también contó un momento muy incómodo que vivió con la senadora María Fernanda Cabal. Aseguró que cuando estaba en el velorio, una persona cercana a ella le advirtió que la parlamentaria se le iba a acercar, pero que llevaba un micrófono encendido.
La esposa de Miguel Uribe asegura que cuando la vio le dijo que por favor se retira el micrófono, y que ella en un primer momento negó que llevara ese elemento. Pero finalmente lo tomó y se lo retiró.
Allí, cuenta Tarazona, la senadora quizás pensando que ella se va a lanzar a la política y va a alzar las banderas de su esposo en la carrera por la Presidencia, hace algo que ella no espera y que le duele mucho.
“María Fernanda Cabal me mira y me amenaza: Tú no conoces Colombia, tú no sabes como es este país”, cuenta que le reclamó.
En esa primera conversación en un medio de comunicación, tras el fallecimiento del senador, hace un poco más de un mes, Tarazona contó el dolor que vive.
“Miguel era esa persona que todo lo llenaba. Estaba en la sala, en el estudio, jugaba con Alejandro. Es un vacío gigantesco. Él siempre quería estar en su casa para estar cerca de nosotros”, agregó.
La esposa del candidato también contó cómo logró aferrarse a su fe y mantener la esperanza en todo momento, mientras él estuvo en una Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe.
“La esperanza te da eso, la posibilidad de sacar el día. Poder verlo así y decir va a mejorar”, aseguró. “Ver a Miguel, cómo luchó hasta el último minuto de su vida, es un milagro. Él fue increíble hasta el último minuto de su vida. Luchó para poder abrazar de nuevo a su hijo, que era lo más importante de su vida”, reiteró.
Tarazona contó detalles de cómo ha vivido ese duelo con su pequeño hijo. Y aseguró que lo más importante para ella siempre fue decir la verdad. Explicó que los niños viven un duelo intermitente y contó un episodio que para ella revela lo triste que es arrancarle a un niño a su padre.
Contó que había comenzado a llevarlo a la iglesia y que un día que el niño no quería ir, ella le dijo: “La iglesia es la casa de Dios y Dios siempre está con papá. Entonces, cuando llegues a la Iglesia, vas a estar con Dios y vas a estar más cerca de papá”.
El niño entonces le preguntó: “¿Me puedo quedar a dormir en la Iglesia?“.
De sus tres hijas detalló que Miguel siempre fue un papá para ellas, pues tenían 3, 7 y 10 años cuando él llegó a sus vidas. “El duelo o lo abrazas o acabas con tu vida”, aseguró, pero agregó que con sus tres niñas decidió vivir a través del amor por Miguel.
“Lo fácil es llorar. Podría estar las 24 horas del día llorando, pero yo decido amarlo y para amarlo tengo que vivir como él querría que yo viviera. Él no quisiera ver a María Claudia destrozada. Él quiere que yo sea feliz. Él fue el gran amor de mi vida”.
“A Miguel lo mataron y lo mataron de la peor manera, pero a mí no. No se sorprendan si algún día me ven sonreír”, remarcó.