Las mujeres de raza negra tienen un riesgo cuatro veces mayor de diabetes de tipo 2 luego de haberla padecido durante el embaeazo y un riesgo tres veces mayor entre los hispanos y los individuos del sur y sureste asiáticos, en relación con los individuos de raza blanca, según reveló un estudio de la epidemióloga Teresa Janevic, de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).
La investigación indica que las desigualdades “sustanciales” han sido una faceta pasada por alto de la equidad en la salud materna. Hasta ahora, había pocos estudios sobre las disparidades raciales y étnicas en la diabetes de tipo 2 tras la diabetes gestacional (DMG). Los resultados se publicaron en la revista Obstetrics & Gynecology.
“Muy pocos estudios han examinado los determinantes prenatales, sociales o estructurales de la diabetes tipo 2 tras la DMG. Nuestro estudio tiene varios puntos fuertes. Es el mayor estudio de cohortes realizado hasta la fecha sobre las disparidades raciales y étnicas tras la DMG, lo que nos permite explorar las posibles vías de estas disparidades”, afirmó Janevic.
Aproximadamente el 8 % de las embarazadas de Estados Unidos son diagnosticadas con diabetes gestacional, esta afecta especialmente a las comunidades negras desatendidas. Los investigadores utilizaron tanto los registros de nacimientos como los hospitalarios para definir la cohorte de DMG y establecer covariables, un enfoque de gran validez.
Utilizando los datos hospitalarios y de nacimientos de la ciudad de Nueva York y los datos del Registro A1c de esa ciudad, clasificaron la diabetes tipo 2 como dos resultados de la prueba de hemoglobina A1c iguales o superiores al 6,5 %. También estimaron las asociaciones entre raza y etnia y la incidencia de diabetes tipo 2 a 8 años, con técnicas de modelado de datos.
La incidencia de diabetes tipo 2 a los 8 años fue del 12% en general y del 18,5% en los pacientes negros, del 17% en los del sur y sudeste asiático, del 15 % en los hispanos y del 5,5 % en los del este y centro de Asia, en comparación con el 5 % en los blancos. Los datos incluían a 22.338 pacientes con diabetes gestacional.
De las personas identificadas con DMG, el 78% se sometió a una prueba de Hb A1c durante el periodo de seguimiento. Entre los individuos negros e hispanos, el porcentaje fue del 82%, entre los asiáticos, del 78%, y entre los blancos, del 68 %.
El 46% del mayor riesgo de diabetes posparto entre los hispanos, el 27% entre los negros y el 14% del mayor riesgo entre los asiáticos del sur/sureste, creando así una oportunidad para intervenir sobre las desigualdades cardio-metabólicas de por vida, explican características sociales, estructurales y clínicas en el momento del parto.
Según Janevic y sus colegas, los determinantes sociales de la salud medidos rutinariamente en el momento del parto, como la educación y la situación de seguro, tenían asociaciones más débiles con la diabetes posterior en las embarazadas sudasiáticas, negras e hispanas que en las blancas no hispanas, lo que demuestra la necesidad de aprender cómo influye el racismo estructural en el riesgo cardiometabólico posparto en estos grupos.
“Aunque las desigualdades raciales y étnicas son sustanciales en la diabetes tipo 2 tras la DMG, las débiles asociaciones que observamos de medidas sociales o estructurales comunes y el IMC en individuos negros, hispanos y del sur y sureste asiático demuestran la necesidad de comprender mejor cómo influye el racismo estructural en el riesgo cardiometabólico posparto en estos grupos”, afirmó Janevic.
Dentro de los 8 años siguientes a sufrir diabetes gestacional en el embarazo, se calcula que 1 de cada 5 pacientes negras, 1 de cada 6 pacientes del sur o sureste asiático, 1 de cada 7 pacientes hispanas y 1 de cada 20 pacientes blancas no hispanas tendrán diabetes tipo 2.
La atención sanitaria durante el embarazo es un punto de atención poco frecuente con el sistema sanitario para muchas personas y, por lo tanto, sirve de oportunidad para intervenir precozmente con el fin de reducir las diferencias a lo largo de la vida en la diabetes tipo 2, señala Janevic.
“Nuestros hallazgos subrayan la oportunidad de la DMG como un punto de intervención para las desigualdades de la diabetes tipo 2 en el curso de la vida y subrayan la importancia de las disparidades raciales y étnicas en los resultados de la DMG más allá del embarazo actual”, ha expresado Janevic.
“Hacemos un llamamiento para seguir trabajando utilizando múltiples enfoques -cambios a nivel político, junto con las intervenciones clínicas dirigidas a individuos- para contrarrestar el racismo estructural y eliminar las disparidades”, concluyó.
Con información de Europa Press.