Un reciente estudio de la Universidad de Oporto ha despertado preocupación entre los amantes de la cerveza, pues se encontró una posible relación entre el consumo elevado de alcohol y una mayor pérdida de cabello.
Según el análisis, la deshidratación, la deficiencia de vitaminas y los cambios hormonales provocados por la bebida, podrían debilitar los folículos capilares y acelerar la calvicie, especialmente en hombres con predisposición genética.
¿Qué halló la investigación?
En un artículo hecho por investigadores de la Universidad de Oporto, se describe que se analizaron 17 estudios que involucraron más de 60 mil personas, para observar parámetros como densidad del cabello, grosor, crecimiento y brillo, de acuerdo a lo que publicó el medio El Tiempo.
Entre los resultados se asoció un mayor consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas con la caída del cabello, se identificó que el alcohol puede causar deshidratación, dificultad para absorber nutrientes esenciales y desequilibrio hormonal, lo que podría debilitar los folículos capilares.
Además, otro análisis publicado en la revista Alcohol and Alcoholism encontró que los bebedores tenían un odds ratio (OR) o un factor de riesgo de 1,40 para presentar alopecia androgénica, frente a no bebedores, aunque con un intervalo de confianza amplio (0,95-2,06), lo que indica que la asociación aún no es concluyente, como se afirma en PubleMed.
El artículo citado advierte que el consumo social de alcohol, probablemente no produzca este efecto, solo se presentaría en ingestas elevadas y habituales.
Además, que alguien beba cerveza y se quede calvo, no implica que la bebida sea la única causa, ya que en los hombres, los factores genéticos y hormonales siguen siendo las principales causas de la calvicie.
¿Cómo conservar la salud de su cabello?
Basado en el estudio y las explicaciones de expertos, estos serían pasos concretos para quienes se preocupan por la caída capilar:
- Moderar el consumo de alcohol, incluyendo cerveza, especialmente si hay antecedentes de caída de cabello.
- Mejorar la nutrición capilar, asegurándose de ingerir niveles adecuados de hierro, vitamina D, proteínas. Comer verduras crucíferas (brócoli, col rizada), consumir soja, alimentos ricos en antioxidantes.
- Mantener buena hidratación, ya que la deshidratación puede afectar el cuero cabelludo y el folículo piloso.
- Controlar otros factores de riesgo, como estrés elevado, deficiencias nutricionales, tratamientos hormonales, genética.
Si la caída es notable o rápida, consultar un dermatólogo, pues podrían existir causas subyacentes que requieren evaluación médica.
En conclusión, el estudio de la Universidad de Oporto sugiere que existe un vínculo entre un consumo elevado de alcohol y de bebidas azucaradas, y una mayor pérdida de cabello.
Sin embargo, la bebida en sí no es la única causa de la calvicie, pues existen varios factores que inciden en la salud capilar.