Un reciente reporte de científicos de la Universidad Internacional de Florida, publicado por la revista especializada Marine Biology, puso en evidencia un hecho registrado el pasado mes de abril en aguas de Belice, el Caribe, donde un grupo de pescadores locales y expertos realizaban un ejercicio de conservación, marcando tiburones tigre, una especie habitual en esa zona del mundo, pero en medio de la actividad, se encontraron con un espécimen que presentaba unas características particulares, y que se asemeja más a especies propias de la región del Ártico.

Según el estudio, aunque son conscientes de que algunos animales pueden migrar, reportando la presencia de algunos especímenes en lugares diferentes a los habituales para su especie, el avistamiento de este tiburón despertó gran inquietud entre los expertos, y sorpresa entre los pescadores, al conocer que el animal podría corresponder a una familia de peces conocidos como “durmiente”, y es propio de ambientes muy profundos en aguas de la región cercana al Ártico.

Sobre este animal, considerado el primer avistamiento del que se tenga registro en la región del Caribe occidental, los expertos han descrito que se caracteriza por sus movimientos lentos, y por ser una especie que se considera como una de las más longevas en planeta, alcanzando edades de hasta 400 años.

Sobre las características esbozadas en el estudio sobre este animal, se señala que podría llegar a vivir hasta cuatro siglos, y que se ha desarrollado en ambientes alejados de la actividad humana; razón por la que en los registros no se tienen noticias de eventuales casos de ataque de parte de estos animales.

En ese mismo sentido, explican que también es una especie no apetecida para la caza por los pescadores, refiriendo que, dadas las características propias, desarrolladas por esos animales para sobrevivir en su hábitat, estos poseerían sustancias que, de ser consumidas por los humanos, serían tóxicas; no obstante, algunas comunidades de las regiones de las que es propio el tiburón durmiente, han desarrollado técnicas para curar su carne, e incluso, en Groenlandia, la carne de algunos de estos peces, es considerada un manjar local.

Dadas las características de este animal, referidas a sus movimientos lentos, el estudio señala que estos peces suelen habitar en aguas muy profundas, donde adquieren el alimento cazando a otros peces mientras estos duermen.

Sobre el curioso avistamiento, ocurrido el abril, pero solamente revelado en días pasados, se precisa que ocurrió en un sector denominado Glover’s Reef, y aunque los científicos lo han tomado como un caso de avistamiento de la especie antes referida, existe un factor que siembra las dudas sobre si en efecto se trata de ese animal, pues, pese a presentar el color grisáceo, y los ojos pequeños propios, presenta una dimensión de tres metros, lo que haría pensar que se trata de un híbrido.

En declaraciones recogidas por medios internacionales, se citan las palabras del experto Devanshi Kasana, candidato a doctorado y perteneciente al laboratorio de Ecología y Conservación de Depredadores de la FIU (Universidad de la Florida), quien dijo que al comienzo, se creyó que se trataba de un ‘tiburón de seis branquias’, pero posteriormente se descartó esa versión, al percibir la reacción de los pescadores, quienes afirmaron que nunca antes habían divisado un pez con esas características.

En caso de ser un pez del Ártico, su presencia en el Caribe podría estar sujeta a la búsqueda de alimento, debido a que algunos peces, que este podría consumir, han migrado a otros ambientes, en el marco de los cambios climáticos propios del calentamiento global.

En ese mismo sentido, los expertos señalan que quizás, en espacios muy profundos de esa zona del mundo, el pez podría haber encontrado algunas condiciones propias para poder sobrevivir, sin que su presencia en el lugar dejara de ser extraña, dada su cercanía con la costa.

Tras el hallazgo, el experto Kasana advirtió que este es muy relevante, en tanto pude abrir las puertas para conocer más de la especie y su eventual comportamiento en aguas diferentes a las nativas, señalando que si bien existen registros sobre su actuar en aguas árticas, este hallazgo podría servir para determinar eventuales evoluciones o cambios de comportamiento, estando en aguas más cálidas; de igual manera, afirma que su estudio también versará sobre eventuales casos de migración masiva, o si, por el contrario, se trató de una migración individual.