Uno de los grandes avances que ha logrado WhatsApp desde su lanzamiento es su versión web, una herramienta que facilita la vida de quienes dependen de la plataforma para cumplir con sus labores diarias, pues permite conversar de manera cómoda, rápida y eficiente desde el computador.
La posibilidad de escribir desde un teclado físico resulta mucho más práctica, especialmente cuando se deben enviar textos largos o atender múltiples chats al mismo tiempo. Esto favorece una comunicación continua sin necesidad de alternar entre el celular y el PC, lo que se traduce en mayor productividad.
Sin embargo, muchas personas que usan esta función a diario cometen el error de dejar su sesión abierta en el dispositivo, sin saber que esto puede traer varios riesgos en el entorno digital actual, donde abundan actores malintencionados que buscan obtener acceso a la información personal de los usuarios.
Además, cualquier persona sin autorización podría acceder a la cuenta y espiar conversaciones sensibles, aumentando el riesgo para la privacidad, especialmente si se comparte información que podría resultar valiosa para terceros.
De acuerdo con eleconomista.es, dejar la sesión abierta también puede facilitar intentos de suplantación de identidad. Un ciberdelincuente podría hacerse pasar por el usuario para engañar a familiares, amigos o contactos cercanos, generalmente para solicitar dinero o realizar transacciones fraudulentas.
Otro peligro es la propagación de virus y malware. Personas inescrupulosas podrían aprovechar la sesión abierta para distribuir software malicioso que afecte el rendimiento de otros equipos.
Asimismo, existe el riesgo de que terceros accedan a datos sensibles, como códigos de verificación, números de teléfono, direcciones, documentos enviados o enlaces privados.
A esto se suma el hecho de que WhatsApp Web no muestra una alerta evidente en el celular cuando la sesión permanece activa. Esto hace que muchos usuarios no se den cuenta de que dejaron la cuenta abierta, especialmente si usaron un computador compartido. En estos casos, el riesgo es aún mayor, pues cualquier desconocido podría acceder sin obstáculos.
Para evitar estos problemas, lo más recomendable es cerrar la sesión cada vez que se termine de usar y revisar periódicamente los dispositivos vinculados, de modo que sea posible identificar accesos no autorizados y restringirlos de inmediato.