En todas las regiones de Colombia hay infinidad de lugares y destinos para conocer, aprender de su historia, disfrutar de sus encantos y aprender en torno a lo que ha sido su desarrollo a lo largo de los años.
Uno de esos destinos se encuentra en el departamento del Tolima, a menos de cuatro horas de Bogotá, y allí los viajeros se encuentran con un tesoro histórico no solo para esta zona del territorio nacional, sino también para el país y para Suramérica. Una obra de ingeniería que habla de la historia y que es considerado un símbolo de excelencia.
Se trata de Honda, en donde se aprecia esta obra de infraestructura ubicada al oriente en el barrio Pueblo Nuevo, a 200 metros de la zona colonial. La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia, indica que este ícono no solo de este municipio tolimense, sino del país, fue elevado a la categoría de Monumento Nacional en 1994 y hoy es Bien de Interés Cultural (BIC). Fue el primer puente de estructura metálica que se construyó en América del Sur y, por su puesto, en Colombia.
Estilo colonial
De acuerdo con información del Fondo Nacional de Turismo (Fontur), este destino es considerado una joya colonial, que seduce con su historia, su arquitectura y la imponencia del río Magdalena, el gran afluente que ha sido testigo del paso del tiempo, pero también del crecimiento y desarrollo de esta población.
En su centro histórico es posible visitar la Casa Museo López Pumarejo, el Parque de las Américas, el Museo del río Magdalena, el Templo de Nuestra Señora del Carmen y la Calle de las Trampas, según el portal Pueblos Patrimonio.
Otros encantos
Sin embargo, es importante saber que Honda no es solo historia, también es un destino para los amantes de la naturaleza y la aventura. Los turistas que llegan a este caluroso destino, que maneja una temperatura que oscila entre los 24 y 34 grados centígrados, tienen la posibilidad de recorrer senderos que conducen a miradores, cascadas escondidas entre la vegetación y rutas ideales para conectar con la flora y la fauna del lugar.
Un plan imperdible en este pueblo tolimense es apreciar el atardecer dorado sobre el río Magdalena, mientras la brisa de la noche reemplaza el calor del día y las luces de la ciudad comienzan a reflejarse en el agua. Sin duda, un espectáculo para no perderse.
En cuanto a la oferta gastronómica, este es un destino para deleitarse con un delicioso viudo de pescado, un sancocho de pescado, un tamal tolimense, un sancocho de gallina, una porción de lechona o el tradicional raspado, según información de la Gobernación del Tolima.