El fabricante de automóviles británico Jaguar Land Rover (JLR) cifró en 196 millones de libras, unos 258 millones de dólares, el impacto directo del ciberataque que sufrió y que obligó a detener su producción durante un mes.

El ciberataque a Jaguar Land Rover se dio el pasado 2 de septiembre. | Foto: Página web Land Rover.

Además de este ciberataque, revelado el 2 de septiembre, JLR también sufrió este año por los aranceles de Donald Trump, que lo habían llevado a suspender en abril sus entregas de vehículos a Estados Unidos.

En consecuencia, la cifra de negocios del grupo en el primer semestre del ejercicio fiscal se sitúa en 15.130 millones de dólares, una caída del 16 % respecto al año pasado.

Al tiempo, el déficit fue de 176 millones de dólares, frente a un beneficio de 1.447 millones de dólares el año pasado.

“Aunque somos conscientes de los desafíos económicos, geopolíticos y políticos que enfrenta nuestra industria, tenemos capacidad de recuperación y estamos bien posicionados para lograr avances sólidos”, promete el director general de JLR, Adrian Mardell, en el comunicado.

El ciberataque se produjo tras una reciente oleada de incidentes similares contra cadenas de comercios en Reino Unido, como Harrods, Co-op y Marks & Spencer (M&S).

JLR, que vendió aproximadamente 430.000 vehículos en 2024, según su último informe anual, es el mayor empleador del sector en Reino Unido, con 34.000 empleados.

Propiedad del grupo indio Tata Motors, JLR recibió en septiembre el apoyo del gobierno británico mediante una garantía de préstamo que le permite desbloquear hasta 1.973 millones de dólares.

Más de 250 millones de dólares perdió Jaguar Land Rover por el ciberataque. | Foto: El País

Un apoyo destinado a ayudar a su cadena de producción, la más grande del sector automovilístico británico.

La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) atribuyó al ciberataque parte de la caída del 0,1 % del crecimiento británico en septiembre.

Ayuda del Gobierno no es un regalo

El gobierno aseguró que respaldaría a la JLR con una garantía crediticia “que deberá liberar hasta 1.973 millones de dólares para darle seguridad a su cadena de suministros”.

La medida no significa que el gobierno prestará dinero directamente a JLR, propiedad de la Tata Motors, de India. La agencia crediticia del gobierno dará la garantía para un préstamo de un banco comercial que será cancelado a lo largo de cinco años.

El ministro de Comercio, Peter Kyle, indicó que la garantía “ayudará a apoyar la cadena de suministros y proteger los empleos calificados” en el país.

“Este ciberataque no solo fue un ataque contra una marca británica icónica, sino contra nuestro sector automotriz líder mundial y los hombres y mujeres cuyas vidas dependen de él”, afirmó Kyle.

JLR dijo que el reinicio parcial de sus sistemas le permitió cumplir pagos pendientes a sus proveedores.

Tata Motors es el grupo indio dueño de Jaguar Land Rover. | Foto: Getty

En julio pasado, Tata Motors anunció la compra del italiano Iveco Group por 4.400 millones de dólares en busca de crear un “campeón global” en el sector de los vehículos comerciales, anunciaron el miércoles las dos empresas.

El acuerdo no incluye la división de defensa de Iveco, fabricante de vehículos blindados, que será vendida al grupo italiano de defensa y aeroespacial Leonardo en un acuerdo por 1.700 millones de euros.

La compañía combinada con la adquisición por parte de Tata busca vender unos 540.000 vehículos por año, con un ingreso anual proyectado de 22.000 millones de euros, la mitad del cual vendría de Europa, 35 % de India y 15 % de América.