Cuando una persona sufre de un infarto o ataque cardíaco se debe a que una de las arterias del corazón se taponan, impidiendo la libre circulación de la sangre y del oxígeno. Según explica el portal de salud y medicina Medline Plus, “las arterias coronarias llevan sangre y oxígeno al corazón. Si el flujo sanguíneo se bloquea, el corazón sufre por la falta de oxígeno y las células cardíacas mueren”.

Los coágulos en las arterias también se pueden presentar cuando se acumula placa en las paredes de estas; por lo general, esta placa contiene colesterol y otras células que impiden que la sangre fluya con normalidad por el torrente sanguíneo.

Según explica el medio, un ataque cardíaco se puede presentar cuando hay “una interrupción en la placa. Esto provoca que las plaquetas sanguíneas y otras sustancias formen un coágulo de sangre en el sitio que bloquea la mayor parte o todo el flujo de sangre oxigenada a una parte del miocardio. Esta es la causa más común de un ataque cardíaco”.

Los ataques cardíacos pueden ocurrir en cualquier momento, incluso cuando una persona está descansando o durmiendo, después de haber practicado algún tipo de actividad física, cuando está realizando cualquier tipo de actividad o después de haber padecido estrés.

En ese sentido, el portal Fundación del corazón enfatizó en que aquellas personas que hayan padecido un ataque de este tipo, deben tener unos niveles bajos de colesterol y glucosa en sangre y la tensión arterial controlada.

Para lograrlo, se puede obtener con la medicación correcta, y la práctica frecuente de ejercicio físico y la dieta.

“La alimentación más saludable para estos enfermos es la mediterránea, rica en verdura, fruta, cereales integrales y pescado y con algunas porciones de carne magra a la plancha, preparado todo ello con aceite de oliva virgen y poca sal –este condimento se puede sustituir por hierbas aromáticas y especias–. Los lácteos deben ser desnatados, y es aconsejable tomar legumbres dos veces a la semana”, explicó el portal.

Así las cosas, lo más recomendable es seguir una dieta cardiosaludable, por lo que se deben sacar de la dieta las comidas con grasas saturadas, trans y colesterol, como lo son los lácteos enteros, la mantequilla, las carnes grasas o la yema de huevo.

Adicionalmente, se sugiere dejar de comer embutidos, puesto que son alimentos con un alto contenido de grasas perjudiciales, y sodio.

Finalmente, los expertos desaconsejan tomar alcohol, y menos si su graduación es alta.

Respecto al vino tinto, del que se han demostrado efectos protectores para el sistema cardiovascular, puesto que posee polifenoles, un potente antioxidante, por lo que se sugiere máximo una copa de vino al día.

Para detectar un infarto, se debe tener en cuenta que el dolor del corazón comienza de manera suave como una molestia que va empeorando con el tiempo y que empieza a arder. Si el dolor es en puntadas y dura uno o dos segundos, puede estar relacionado con situaciones que provocaron ansiedad, estrés o depresión en el paciente.

Cuando el dolor aumenta y la persona que lo siente se toca el pecho o se hace pequeños movimientos sobre la zona, es probable que el dolor sea muscular y no esté relacionado con un infarto. Por eso, el especialista menciona “ante la duda es mejor consultar”, dijo Juan Veller, médico con especialidad en Cardiología.

El especialista explicó que en algunas ocasiones el dolor que indica un infarto no ocurre en el tórax, sino en el cuello, o en la parte de abajo de la mandíbula, o incluso en la parte interna de los brazos, principalmente en el izquierdo.

Factores de riesgo

  • Personas con diabetes, hipertensión, colesterol y triglicéridos elevados.
  • Pacientes fumadores.
  • Estrés.
  • Dormir menos de las horas recomendadas (seis a ocho horas).