Las zanahorias son una de las hortalizas más reconocidas en la cultura popular, debido a que se asocian a personajes de dibujos animados e incluso son usadas en metáforas de ciencia política, como la del “garrote y la zanahoria”.
Pero también son muy utilizadas en la gastronomía de distintos países y recomendadas por los profesionales médicos, debido a que aportan una gran cantidad de vitaminas y nutrientes a la dieta.
Una de sus principales propiedades es el aporte de vitamina A. De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición (FEN), una sola zanahoria puede servir para cubrir el 89 % de las necesidades diarias de vitamina A de los hombres entre los 20 y los 39 años. En las mujeres que se encuentran en ese mismo rango de edad, podría ayudar a cubrir cerca del 112 % de las necesidades de vitamina A.
Además, las zanahorias traen consigo carotenoides, unos pigmentos que una vez entran en el organismo tienen la capacidad de convertirse en vitamina A.
Pero esa no es la única propiedad de las zanahorias. “Otras vitaminas presentes en cantidades más discretas son la vitamina C y la vitamina B6. También contienen pequeñas cantidades de minerales como hierro, yodo y potasio”, advierte la FEN.
Ayuda a prevenir algunas enfermedades
En el informe World Cancer Report elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se advierte que los carotenoides, también incluidos en otras hortalizas como las espinacas, pueden ser útiles para proteger contra padecimientos como el cáncer de mama.
Hay algunas formas de preparar las zanahorias que pueden ayudar a conservar sus propiedades y mejorar la prevención de ciertas enfermedades.
Por ejemplo, un estudio compartido por la Universidad de Newcastle, de Reino Unido, señala que las zanahorias que se cocinan enteras y luego se parten en trozos pueden ser más saludables. “Mantenerlas enteras y cortarlas después mantiene los nutrientes y el sabor en su interior, de modo que son mejores en todos sentidos”, le dijo al medio BBC la científica Kirsten Brandt.
Preparadas de esta forma podrían contener hasta un 25 % más de un compuesto llamado falcarinol. En experimentos que se llevaron a cabo con ratas, los investigadores encontraron que eran hasta un tercio menos propensas de desarrollar tumores en comparación a sus pares que no estaban sometidas a una dieta con zanahorias.
“Todo lo que se necesita es una olla más grande. Es una forma simple de que la gente incremente su ingestión de falcarinol, un componente que ha demostrado ser saludable”, le dijo Brandt a la BBC. “Cuando hablamos de la alimentación, sabemos que una dieta balanceada, rica en frutas y verduras, es lo que realmente ayuda a prevenir varios tipos de tumores, no solo un alimento específico”, agregó la experta.
Por su parte, Huercasa, un grupo empresarial dedicado a la producción de alimentos vegetales, indicó que el consumo de zanahorias puede ser de gran ayuda para prevenir algunas enfermedades.
Señalan, por ejemplo, que la zanahoria cocinada puede contener menos calorías y grasas que las zanahorias crudas y una mayor cantidad de agua.
“La zanahoria cocida o al vapor es nuestra gran aliada para paliar problemas o enfermedades de tipo digestivo, así como úlceras estomacales, gastritis, etc., gracias a los efectos calmantes que aporta cocida, además de ser reparadora y un suavizante de las paredes mucosas del sistema digestivo”, anota Huercasa.
De hecho, señalan que cuando se cocinan son más fáciles de procesar, debido a que los hidratos de carbono que contienen son más fácilmente digeridos por el organismo.
No obstante, aclara que no solo basta con cocinarlas, sino que hay que prestar atención a la rapidez con la que se consumen una vez están listas para comer, pues entre más tiempo se espere más nutrientes perderá la zanahoria.