Una buena alimentación, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluye al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

De hecho, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que cuando se tiene una buena alimentación, se tienen varios beneficios, como, por ejemplo:

  • “Garantizar más energía para ejecutar las actividades diarias y mayor disposición para practicar actividad física.
Los carbohidratos, grasas y proteínas son esenciales en cantidades adecuadas. | Foto: Getty Images
  • Disminuir el riesgo de enfermedades crónicas, como afecciones cardíacas y diabetes, por ejemplo, pues la alimentación rica en vitaminas, minerales y fibras puede ayudar a regular los niveles de colesterol y de azúcar en la sangre, previniendo así enfermedades.
  • Promover el crecimiento y la renovación de los tejidos, principalmente de los huesos, la piel y los músculos, por lo que juega un papel esencial en el desarrollo de los niños y en el proceso de aumento de masa muscular y pérdida de peso.
  • Mejorar el rendimiento y la concentración, pues favorece el buen funcionamiento de la memoria y de todo el sistema nervioso.
  • Proporcionar mayor disposición, pues ayuda a mejorar el funcionamiento del metabolismo; aparte de estar directamente relacionada con la energía suministrada al organismo por los alimentos.
  • Regular la producción de hormonas, actuando en la prevención de enfermedades relacionadas con la tiroides y la fertilidad, por ejemplo.
Comer bien implica seleccionar alimentos ricos en nutrientes. | Foto: GettyImages
  • Ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro, esto porque una alimentación rica en antioxidantes ayuda a combatir los radicales libres en el organismo, lo que contribuye a mejorar la apariencia de la piel y retrasa el surgimiento de los signos de envejecimiento.
Comer bien previene enfermedades. | Foto: Getty Images

Adicional, una buena alimentación es vital para evitar subir de peso. De hecho, los japoneses son reconocidos por su estricta alimentación, y esto les ayuda a controlar el sobrepeso y a tener un buen estado de salud.

Por ello, hay que indiciar que los japoneses comen tres veces al día en horas exactas:

  • Desayuno: entre las 7 y 7:30 de la mañana, y esta incluye arroz, sopa de miso, espinaca y huevos.
  • Almuerzo: entre mediodía y las 2 de la tarde, y tiene alimentos ligeros como un tazón de noodles, sandwiches o bolas de arroz.
  • Cena: entre las 6 y 8 de la noche, y comen curris, pescado frito, pollo o algunos platillos con puerco.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud.