Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), las vitaminas “son un grupo de sustancias que son necesarias para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo”. Normalmente se obtienen tras la ingesta de alimentos orgánicos como frutas y verduras.

Es entonces que la vitamina K se relaciona con la coagulación, a través de proteínas que, de acuerdo con la enciclopedia médica, participa en la formación de huesos y otros tejidos.

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) asegura que un coágulo es “una masa de sangre que se forma cuando las plaquetas de la sangre, las proteínas y las células se pegan entre sí”. Un proceso de tal importancia que ayuda a detener hemorragias, sanando así heridas, apunta Medical News Today.

No obstante, demasiada coagulación es un riesgo que puede causar una trombosis venosa profunda (TVP), contrario a esto se encuentran las personas que no coagulan adecuadamente provocando hemofilia.

Según la Clínica Mayo, la TVP usualmente se forma en las piernas causando dolor e inflamación. Asegura que algunas personas con enfermedades relacionadas con la coagulación de la sangre son propensas a desarrollarla, como quienes tienen un diagnóstico de enfermedad intestinal inflamatoria, insuficiencia cardíaca y cáncer.

Otros síntomas a destacar de este tipo de trombosis es el cambio de color de las piernas, predominando el morado o el rojo.

Imagen de referencia. | Foto: Getty Images

Por esto, aunque algunos alimentos no tienen en sí la propiedad de ser coagulantes, varios de sus nutrientes sí, como la vitamina K, que como se mencionó anteriormente es tan importante que en palabras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es una sustancia que usa el organismo para detener los sangrados y formar coágulos.

Vitamina K

Para empezar, esta vitamina es liposoluble, explica Tua Saúde, que beneficia el sistema óseo y esta a cargo de la coagulación de la sangre. Además, los alimentos que contienen esta sustancia, son las verduras de color verde como las coles, las espinacas, entre otros.

Por su parte 65yMás.com menciona que los siguientes alimentos se destacan por tener un gran aporte en esta vitamina:

  • Espinacas: es uno de los vegetales predilectos para los almuerzos saludables, que se puede consumir ya sea cocinada o cruda. Es un alimento rico en minerales y vitaminas como la K, que tiene muchos beneficios sobre la salud del cuerpo, como regular la presión arterial alta y fortalecer los huesos.
Las manzanas y las espinacas tienes propiedades favorables para bajar el colesterol. | Foto: Getty Images
  • Lechuga: uno de los principales beneficios que hay tras el consumo de lechuga es su participación en la regulación de la presión arterial, que además, gracias a sus fibras, contribuye en la pérdida de peso, explica Tua Saúde.

Está compuesta de vitamina C, folatos, clorofila que funcionan como antioxidantes para proteger las células del cuerpo, exactamente de los radicales libres; también como laxante, para combatir el estreñimiento, entendido como la grumosidad de las heces impidiendo una fácil evacuación; siendo a su vez, digestiva colaborando en el buen funcionamiento del sistema digestivo.

La lechuga tiene un bajo aporte calorico. | Foto: Getty Images
  • Remolacha: según el portal web de salud, la remolacha es rica en antioxidantes como la vitamina C que, al eliminar los radicales libres que dañan las células del cuerpo, reduce los riesgos de cáncer. También combate la anemia, regula la presión arterial, y fortalece el sistema inmune.

Finalmente, señala que productos lácteos y los huevos no tienen altos contenidos de esta vitamina y los denomina como anticoagulantes.