Las venas varicosas (várices) son venas hinchadas, retorcidas y dilatadas que se pueden ver bajo la piel y con frecuencia son de color rojo o azul, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

“Normalmente, las válvulas unidireccionales en las venas de las piernas mantienen el flujo de sangre hacia el corazón. Cuando las válvulas no funcionan correctamente, la sangre regresa por la vena. Esta se inflama por la sangre que se acumula allí, lo cual provoca las varices”, explicó la biblioteca.

Además, generalmente aparecen en las piernas, pero pueden presentarse en otras partes del cuerpo. No obstante, si se revienta una vena várice, se puede presentar una varicorragia que es “una hemorragia que resulta de la rotura de una vena varicosa”, según el portal de salud Top Doctor.

Adicional, el portal señaló que la afección no es muy común, pero de presentarse en ocasiones puede generar la muerte del paciente.

Así las cosas, indicó que los síntomas son: piernas pesadas, cansancio en esta parte, edema, rampas y hormigueo.

Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló otras complicaciones, que también son poco frecuentes, pero incluyen:

  • Úlceras. Pueden formarse úlceras dolorosas en la piel, cerca de las venas varicosas, en especial, cerca de los tobillos. Por lo general, se observa una mancha descolorida en la piel antes de que se forme una úlcera.
  • Coágulos sanguíneos. En algunas ocasiones, las venas profundas de las piernas se dilatan y pueden causar dolor e hinchazón en las piernas.

Por ello, la biblioteca señaló que se pueden tomar algunas medidas de cuidados personales para ayudar a manejar las venas varicosas:

  • Usar medias de descanso para disminuir la hinchazón. Ellas suavemente comprimen las piernas para hacer subir la sangre.
  • No sentarse o estar de pie por períodos prolongados. Incluso mover ligeramente las piernas ayuda a que la sangre circule.
  • Levantar las piernas por encima del nivel del corazón 3 o 4 veces al día durante 15 minutos a la vez.
  • Atender las heridas si se tienen úlceras abiertas o infecciones.
  • Bajar de peso si se tiene sobrepeso.
  • Hacer más ejercicio. Esto puede ayudar a mantener a raya el peso y a movilizar la sangre pierna arriba. Caminar o nadar son buenas opciones.
  • Si se tiene la piel seca o agrietada en las piernas, el hecho de humectarlas puede ayudar. Sin embargo, algunos tratamientos para el cuidado de la piel pueden empeorar el problema. Por eso, se debe hablar con un experto de la salud antes de usar cualquier tipo de lociones, cremas o ungüentos antibióticos.

Por su parte, es importante indicar cuáles son los factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de tener venas varicosas, según Mayo Clinic:

  • Sexo. Las mujeres tienen más probabilidades de padecer la enfermedad. Los cambios hormonales previos a la menstruación o durante el embarazo o la menopausia pueden ser un factor, debido a que las hormonas femeninas tienden a relajar las paredes de las venas. Los tratamientos hormonales, como las píldoras anticonceptivas, pueden aumentar el riesgo de tener venas varicosas.
  • Embarazo. Durante embarazo, el volumen sanguíneo del cuerpo aumenta. Este cambio contribuye al desarrollo del bebé, pero también puede agrandar las venas de las piernas.
Las venas várices deben ser tratadas por un especialista. | Foto: Copyright
  • Antecedentes familiares. Si otros familiares tuvieron venas varicosas, existe una mayor probabilidad de que también las tengas.
  • Estar de pie o sentado durante períodos prolongados. El movimiento ayuda a que la sangre circule.

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