El cuerpo agradecerá una dieta rica en grasas saludables, vitaminas, agua y antioxidantes, lo cual se verá reflejado en el órgano más grande: la piel.

Por muchos años se ha comentado sobre los beneficios que traen los antioxidantes al organismo, en la mayoría de los casos están presentes en algunos alimentos naturales que se pueden encontrar en la casa.

De acuerdo al portal web español Business Insider estos son algunos de estos alimentos considerados como grandes aliados de la salud en contra de los efectos adversos de envejecimiento:

Berros

El berro es una verdura de la familia crucíferas, a la cual también pertenecen el brócoli, la rúgula, las bruselas y la col rizada. Estas verduras verdes son muy famosas por contener abundantes propiedades medicinales.

Según los expertos en nutrición, los beneficios para la salud del berro se dan gracias a su potente contenido en nutrientes esenciales como proteínas, folatos o ácido pantoténico y minerales como magnesio, calcio y potasio. Adicionalmente, el berro es una rica fuente de vitamina A, C, E, K y complejo de vitamina B, como aliados estratégicos para prevenir el envejecimiento, según el portal Innatia.

Papaya

La papaya es una fruta tropical que se cultiva en varias partes del mundo y tiene varios beneficios para el cuerpo, ya que tiene una alta concentración de vitaminas A, B y C, fibra, potasio y folato (también conocido como ácido fólico).

“El consumo de fruta se asocia con una disminución del riesgo de padecer obesidad, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer. La papaya es una fruta, y como tal, su consumo ayuda a disminuir el riesgo de estas enfermedades”, dijo la presidenta del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas (CGDN), Alma Palau, al portal de salud CuídatePlus.

Así mismo, de acuerdo con Palau, la papaya también sirve para aumentar las defensas naturales del cuerpo, ya que aporta vitamina C en grandes cantidades, casi 100 gramos más que otros alimentos, incluso más que la naranja, lo que ayuda no solo a fortalecer el sistema inmune, sino también a formar colágeno y activar al absorción del hierro.

Arándanos

Los arándanos contienen un alto nivel de antioxidantes, por lo que combaten el envejecimiento, la inflamación y las enfermedades cardíacas.

Debido a su composición, los arándanos son bajos en calorías, pero aportan buena cantidad calórica. Según estudios realizados por la Universidad de Clemenson y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, son calificados como el alimento con mayor potencial antioxidante entre los 40 vegetales que fueron analizados.

Esta fruta contiene flavonoides y taninos, además de una amplia diversidad de minerales como manganeso, vitamina C, entre otras. Debido a mencionados componentes, este fruto previene incluso enfermedades cardiovasculares e infecciones urinarias, protege los vasos sanguíneos y regula la digestión previniendo el estreñimiento.

Aguacate

El aguacate es importante para incluir en la dieta para la salud del cerebro, pues sus grasas monoinsaturadas mejoran la comunicación neuronal. Foto: Gettyimages. | Foto: Gettyimages

Este alimento es ideal por la vitamina E, además “es reconocido como un antiinflamatorio de circulaciones y protector del corazón, por lo que evita enfermedades cardiovasculares”. El aguacate contiene carotenoides y luteína, dos compuestos que “funcionan como antioxidantes y fortalecen al sistema inmune”.

El aguacate contiene un compuesto químico llamado β-Sitosterol, que se encuentra en forma natural en las plantas y que ayuda a prevenir las concentraciones de colesterol en la sangre. Cuando se consume aguacate, hay una importante reducción de colesterol en el organismo.

Granada

De acuerdo con el portal especializado en salud, Mejor con Salud, que cita el estudio científico Pomegranate juice: a heart-healthy fruit juice, publicado en la revista Nutrition Reviews el jugo de granada ayuda a limpiar las arterias de obstrucciones, grasas e impurezas. El portal señaló que esta fruta tiene bastantes beneficios para el organismo.

Esto porque ayuda a bajar los niveles de estrés oxidativo y contribuye a reducir una proteína asociada con los procesos inflamatorios dentro de las arterias. Por otro lado, reduce el agrandamiento cardíaco, acumulación de grasas en el músculo cardíaco.