“El arte ha evolucionado de acuerdo con su tiempo, y las barreras de quién puede o no hacerlo se han derrumbado”. El arte se ha convertido en un modo de expresión que atañe muchos aspectos del ser humano: entre ellos, la percepción cultural, la nostalgia del pasado y la protesta política. Estos son algunos de los temas que toca la artista responsable de las palabras que inician este texto, Ana Patricia Palacios, en la última publicación de la empresa de energía CELSIA: Dualidades.Entre las funciones que cumple CELSIA en el país, hay una que no tiene nada que ver con la producción energética. Con publicaciones como esta, la empresa reafirma su inclinación a apoyar el arte en el país. En esta ocasión nos brindan un homenaje a una artista de origen paisa que ha recorrido varios continentes y ha plasmado en su obra su visión de temas como la internacionalidad, la dualidad, la nostalgia y la guerra. Se nos presentan dos tomos dedicados a Ana Patricia Palacios y su obra, en donde “abrir sus páginas es descubrir las valijas de una excursión que no termina”.El texto se divide en dos tomos. El primero es un recorrido bastante explicativo de la obra, que agrupa los diferentes trabajos de acuerdo con el tema que traten o que lo haya inspirado.El primer capítulo, después de una breve presentación a cargo de CELSIA, da a conocer la parte de la obra relacionada con la cartografía y la movilidad internacional. Se llama Desde el horizonte. Aquí, María Iovino, una investigadora enfocada en el arte contemporáneo colombiano y latinoamericano, nos explica que las obras que componen este conjunto reflejan “lecciones, descubrimientos, inquietudes e influencias de distintos momentos de la vida de la artista”, que en ese momento se encontraba en París. Al mismo tiempo, en Colombia estaba creciendo una ola de violencia que afectó, asimismo, su ciudad natal Medellín. Según Iovino, esto le permitió a la artista obtener una visión global de la situación de su país, al igual que del mundo entero. Las obras presentes en este proyecto suelen mostrar mapamundis, personajes míticos, referentes cartográficos, banderas y elementos de naturaleza. En algunos, incluso, se ven ciertas formas de autorretrato. Es interesante viajar por el mundo, pero también lo es verlo a través de las emociones de Ana Patricia Palacios, que modifica las normatividades y plasma su individualidad en obras de talento.Le puede interesar: Rose Mara Kielela, la ‘performer‘ que denuncia el racismo en BrasilEl segundo capítulo, Situaciones cotidianas, viene marcado por emociones fuertes que se manifiestan en personajes, objetos o simples retazos de la vida diaria. La dualidad es una de los protagonistas de esta sección. Con ella se explora esa sensación de ambigüedad con la que vivimos todos los seres humanos: una parte de nosotros se cree enteramente dueña de sí, mientras que la otra se ve obligada a adaptarse a factores externos. “Dos cuerpos casi idénticos, que desde su origen se formaron trenzados en un ‘nosotros’ concreto y forzoso”. Así describe este sentimiento Imelda Ramírez, doctora en Historia del Arte de la Universidad Autónoma de México, encargada de este capítulo. Otros elementos y emociones se exploran allí. La forma del cuerpo es un tema recurrente. Cuerpos dobles u objetos gemelos puestos el uno al lado del otro manifiestan la importancia de la dualidad. No obstante, la figura del cuerpo incompleto, que también es frecuente en esta parte, también representa un sentimiento de anonimato. Son personas sin rostros o sin algunas partes que se ven obligadas a recibir una realidad, descrita muchas veces en la misma obra con texto manuscrito. Por otro lado, además de los cuerpos incompletos también vemos personajes con heridas o con manchas de sangre decorando su entorno. En obras así se explora el dolor de la autora por su ciudad y su país, que vivió desde lejos mientras su carrera despegaba. Uno de los mayores detonantes de este dolor ambiguo fue la muerte de su hermano, víctima de la guerra de grupos armados en la Medellín noventera, al mismo tiempo que se graduaba de Bellas Artes en París.Le puede interesar: Festival de Poesía de Medellín: Nueve poemas de nueve poetasLa última parte de este tomo, a cargo de la arquitecta y museóloga venezolana Nydia Gutiérrez, nos lleva por un recorrido que podría ser descrito de manera exacta con el nombre del capítulo: Ambivalencia y melancolía. Ambas sensaciones se encuentran presentes en las pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones y videos de algunas de sus obras más recientes. Personajes y paisajes que, con pocas expresiones faciales pero mucho color en su entorno, nos emanan una fuerte sensación de melancolía. Varios de sus paisajes son rojos o monocromáticos. Escenas que no llegan a ser violentas pueden transmitir bastante de este sentimiento. Por otro lado, los personajes suelen estar relacionados con elementos de la guerra. Víctimas inocentes, actores armados y colores que nublan la identidad son varios de los elementos que muestran los personajes de esta colección. Si el primer tomo del libro se enfoca en cómo la vida de la artista afectó su obra, el segundo intenta ilustrar a través de su obra aspectos biográficos. El capítulo que cubre este tomo se llama Nómada y ciudadana del mundo, a cargo de Eduardo Arias, que ha trabajado en el mundo del periodismo durante años. Aquí vemos muchas obras que no se agrupan por temáticas, pero que conservan esa esencia propia de la artista. También encontraremos escenarios de su vida y descripciones de su biografía que nos permiten entender su rumbo hasta hoy.Con la última publicación de CELSIA, nos logramos acercar a un mundo cosmopolita, visto desde los ojos de Ana Patricia Palacios, que se han atrevido a salir, pero sin dejar de narrar lo que quedó acá. Dualidades es una obra que, a través del arte, nos permite revisitar escenas de nuestro pasado, mientras volamos fuera de aquí y decidimos si sentimos su melancolía, admiramos su belleza o, incluso, percibimos ambas cosas al mismo tiempo.Le puede interesar: ‘La paradoja del cuervo’: una acción contra los asesinatos y desapariciones políticas