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"Las revelaciones de Hasbún demuestran que en este país falta mucho por aclarar", Héctor Benavides, Cali

7 de abril de 2012

El alma tranquila

En la edición n.° 1561 he leído el artículo ‘Aquí no matan’ y me permito compartirles que es la mejor nota en lo que va de 2012. Es sencillo y corto, pero tiene el poder de recordarnos que en Colombia tenemos pueblitos que viven en paz, con personas sinceras y muy humanas. Tal vez no tengan internet, ni iPads, ni celulares, pero tienen el alma tranquila y, a sus nuevas generaciones, sencillamente felices. ¡Ojalá podamos trabajar para que sean muchos más los colombianos que no saben de una muerte violenta en décadas! Felicitaciones y ojalá veamos más notas de este tipo, que recargan el alma. Mil gracias.
Gustavo A. Palacios Rojas
Bogotá

 
Nación de ricos

En la columna de Antonio Caballero de la edición n.° 1561 se menciona al Dr. Goyeneche como Manuel Antonio Goyeneche, cuando en realidad su verdadero nombre era José Gabriel Goyeneche. Como tuve la oportunidad de escucharlo muchas veces, los martes al medio día en la puerta del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, le pregunté por sus propuestas de pavimentación del río Magdalena y la marquesina para Bogotá, a lo cual respondió que esas propuestas no eran suyas sino de sus enemigos políticos para desprestigiarlo. La propuesta que sí le escuché fue que ante la situación de pobreza de los colombianos (año 1966) se le debía vender el país a los gringos y entregarle a cada ciudadano un millón de dólares, acabando así la pobreza individual y convirtiendo al país en una nación de millonarios.

Fernando Almonacid Gómez
Bogotá

 
Defensa de la publicidad

María Jimena Duzán tergiversa el lenguaje de la publicidad para sustentar su articulo sobre el supuesto de que la publicidad utiliza el engaño para anunciar productos (SEMANA n.° 1561). Se le olvida que el lenguaje publicitario utiliza la metáfora para describir las bondades de un producto. Utiliza la fantasía para realzar y hacer atractivo el mensaje. Pero esto no quiere decir que ‘literalmente’ sea así. Un gran publicista escribió: “Se tiene que cruzar un foso para llegar a las emociones de la gente. Y es ahí donde vive la gente”. Así mismo, cuando enamoramos, cuando queremos conquistar a alguien, utilizamos lo que William Blake llamaba “los corceles de la inspiración”. ‘La táctica’ y la ‘estrategia’ tal vez consistan en comparar los ojos de la amada con el lucero de la mañana. Pero estamos usando metáforas. Necesitamos ‘motivar’, ser galantes, conquistar con emociones. De eso trata la publicidad, que no es otra cosa que una rama de la literatura. ¿O qué es entonces, por ejemplo, este mensaje publicitario sobre una afeitadora: “Gem: el mayor acontecimiento que le ha ocurrido al hombre desde la creación de la mujer”?

Decía Anatole France que “la Historia es un arte que debería escribirse con imaginación”. Pues un texto publicitario es, a menudo, la historia de un producto y debe escribirse con imaginación.

Felipe Ossa
Bogotá

Los profesores son los responsables

Me refiero a su artículo sobre la enseñanza de la Historia en la educación colombiana publicado en la edición n.° 1560. De acuerdo a la Ley 115 de 1994 o Ley General de Educación, en cuya redacción y discusión en el Congreso participé activamente como profesor y como historiador, la enseñanza de la Historia es obligatoria en la educación primaria, secundaria y media. La Historia está incluida expresamente en las áreas obligatorias del currículo. En cada uno de los niveles educativos, no solamente la Historia debe ser enseñada, sino que tiene una orientación definida hacia un énfasis en la historia nacional enmarcada en la historia mundial. Lo que ha pasado es que las instituciones educativas, en general, la han confundido con la enseñanza de las Ciencias Sociales y han ido eliminando la enseñanza de la Historia y la Geografía.

La responsabilidad recae en los rectores y profesores de Ciencias Sociales. Pero también en las carreras universitarias de Ciencias Sociales que han ido eliminando la Historia de sus planes de estudio. La principal responsabilidad recae, por tanto, en las carreras de Educación en Ciencias Sociales que fueron las primeras en eliminar la Historia y la Geografía. Pero también en las mismas instituciones que la eliminaron incumpliendo la Ley. Bienvenido el reclamo de la prensa por el olvido de la Historia en la enseñanza. Pero no se necesita una norma ni una ley nueva, sino cumplir la que existe, es decir, la Ley General de Educación. Y que el Ministerio de Educación cumpla su papel de vigilancia sin imponer los contenidos ni su orientación con el respeto a la autonomía escolar que se constituyó en el fundamento de la Ley.

José Fernando Ocampo T.
Bogotá

 
El deterioro progresivo

He leído atentamente el artículo ‘La crisis de la historia’ (SEMANA n.° 1560). En mi condición de profesor al servicio del Estado por cerca de 40 años, conozco desde adentro y desde afuera el deterioro progresivo que ha sufrido el proceso de formación académica de los estudiantes colombianos. La situación es grave y el debate apenas comienza. Lo importante es que ustedes han decidido intervenir en el asunto y esto es alentador. Aburrido y hastiado ante este panorama negativo, me retiré. Pero dejé una carta abierta donde expreso las razones de esta decisión, que le adjunto a la presente.

Pedro Hernando González Sevillano
Bogotá

 
Jairo en ‘des-Amparo’

Esmirriada teología exhibió Jairo Martínez en la entrevista de María Jimena Duzán (En plata blanca, edición n.° 1558). Interrogado sobre sus ambiciones de poder político, el relacionista público hizo una conexión lógica sin par: del bueno de Uribe saltó al santo de Pinochet, de este a sus convicciones de derecha, y de éstas a su causa primera, su fe en Dios. Vuelve y juega: Dios es de derechas y legitimador de las derechas más recalcitrantes y perversas. Jairito idealiza a Pinochet porque todo lo hizo bien, ayudado e iluminado por el derechista Dios. El exitoso cartagenero, hoy en ‘des-Amparo’, entiende que lo de Pinochet es mala prensa, puesto que él mató, desapareció, persiguió, censuró, amordazó y torturó divinamente bien y en nombre de Dios.

Hay tres preguntas que me molestan y distraen después de esa entrevista. La primera: ¿por qué la manía de las derechas más dañinas de endilgarle a Dios sus perversiones? ¿Por qué le cuelgan al pobre sus proyectos de guerra y muerte? La segunda: ¿qué o quién, finalmente, es ese dios que en todo momento invoca la derecha? La tercera: ¿desde cuándo la atinada y grave María Jimena le camina a los chismes y cotorreos de la farándula grisalesca? Tal vez hizo la entrevista con el solo ánimo de ponerle un dardo más al camandulero Uribe. Pero Jairito le salió adelante, en nombre de Dios, amén.

Ancízar Cadavid Restrepo (sacerdote)
La Estrella

 
La fuente aclara

N. de la R. En el artículo ‘La isla de siempre’ (edición n.° 1560) se citó al politólogo e historiador cubano Armando Chaguaceda con la siguiente frase: “Hay necesidad de un cambio, así sea a manos del mercado, que lleve a una democracia participativa con espacios para los sectores populares. De eso se trata el legado de la revolución”. Al respecto, el Sr. Chaguaceda aclara: “Lo que expliqué fue la necesidad de democracia participativa, pero ello precisamente acotando el impacto de las necesarias reformas de mercado, el autoritarismo y la expansión de la pobreza y desigualdad. De eso se trata cuando hablo de preservar y perfeccionar el legado de la Revolución”.

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