A la bicicrosista Camila Diosa empezó a picarle el interés por la gloria a los nueve años. | Foto: Diego Zuluaga

DEPORTE

Camila Diosa, la bellanita que sigue los pasos de Mariana Pajón

Esta es la historia de una estrella en ascenso. Una promesa del bicicross que con apenas 16 años tiene claro su objetivo: ser la mejor en este deporte.

Rubén Darío Arcila*
16 de julio de 2018

Nació en Medellín y creció en Bello. ¿Y cuál es su proyecto? Ser la número uno. “Si Mariana Pajón es la reina, yo quiero ser la diosa del ‘bicicross’”, dice con una determinación propia de un adulto, pero ella apenas tiene 16 años.

Camila es la segunda de dos hijas. Desde muy pequeña hizo evidente su interés por este deporte. Su papá, Juan Carlos Diosa, recuerda a Camila, con 9 años, embelesada con las revistas y anuncios publicitarios donde salían Mariana Pajón y otros bicicrosistas que brillaban después de los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012. Así que le dijo un día: “Papá, yo quiero ser bicicrosista”. Él le respondió: “Pero eso es muy riesgoso, mija”. Ella finalizó: “Ah, yo no sé, papá, yo quiero ser una estrella en este deporte”.

Lo que ella se propone lo consigue. Y va por buen camino. Hoy compite con la categoría junior pero ya se mide con la elite. En su pasaporte tiene sellos de Bélgica y Estados Unidos, a donde ha viajado para representar al país. En sus planes hay otras competiciones a la espera, en Azerbaiyán y Rusia, pero todavía no ha podido materializarlos porque no cuenta con todos los recursos para realizar esos viajes tan costosos. Su padre, funcionario de una entidad bancaria, no puede asumirlos.

Pero eso no desmotiva a Camila, una estudiante ejemplar, que siempre ocupa los primeros puestos de su clase. No hay reclamos, no hay quejas, así tenga que trasnocharse estudiando, siempre cumple. Es, también, una líder nata en el club Panthers, con el que compite en Bello. A eso dedica el tiempo que le sobra, de cinco a siete de la noche entrena en el gimnasio, y de siete a nueve de la noche practica su deporte.

El bicicross le ha costado varias fracturas. Se partió la rodilla en dos partes y también su clavícula ha sufrido. Juan Carlos le dice: “Mija, retírese, vea que es un deporte muy riesgoso y costoso”. Pero Camila no descansa, tiene un objetivo claro y es ser la mejor del mundo. Como lo ha sido Mariana Pajón, quien ya vio a Camila correr en la pista que lleva su nombre en Bello.

Como su historia apenas comienza no tiene un gran palmarés, pero este es el perfil de una mujer constante, tenaz, disciplinada y con talento de campeona. Si su plan sigue como hasta ahora va a lograr su objetivo, ser la diosa del bicicross.

Y mi ilusión es, algún día, narrar las carreras de una joven que tiene tan interesante trayectoria, a quien desde los 9 años empezó a picarle el interés por la gloria.

*Narrador de ciclismo.