La selección de Polonia posando antes de un partido. | Foto: NurPhoto

RUSIA 2018

La inquietante metamorfosis de la selección polaca

Se sabe que en el partido contra Polonia (24 de junio) hay que marcar fuerte a Lewandowski. Pero no se sabé cómo será el planteamiento táctico de los europeos.

Martín Lleras*
1 de junio de 2018

En noviembre del año pasado, el director técnico de la selección polaca, Adam Nawalka, sorprendió con su planteamiento en los partidos amistosos contra Uruguay y México al jugar con una línea defensiva de tres. La decisión parecía una medida experimental porque Robert Lewandowski, la piedra angular del equipo, no estaba disponible por lesión. Pero en marzo de 2018, y con el delantero a bordo, el técnico insistió en su planteamiento ante Nigeria (derrota 0-1) y Corea del Sur (ganaron 3-2).

Aunque no son pruebas concluyentes, sí es posible imaginar que Nawalka quiera mutar de su compacto 4-4-1-1 a un esquema más dinámico que le permita más variantes. Desde la Euro 2016, Polonia tiene claro su juego: tirar balones largos para que el genio del Bayern Múnich gane las segundas jugadas cerca del portero rival. La ‘lewandowskidependencia’ es demasiado evidente: 16 de los 28 goles que anotaron los polacos en la eliminatoria fueron cortesía del compañero de James.

El 3-4-3 que le hemos visto en los más recientes encuentros, además de ser una alternativa para defender con cinco si es necesario, busca darles protagonismo a jugadores muy talentosos que estaban limitados por el sistema anterior.

Lukasz Piszczek, que en sus años mozos fue un puñal como lateral derecho, viene jugando de tercer central en el Borussia Dortmund. Desde ahí, su buen pie, que es superior al de cualquiera de los centrales naturales que hay en la lista de Nawalka, le ofrece a Polonia una salida limpia para saltar líneas a ras de piso.

Esto lo agradecen los volantes, especialmente Grzegorz Krychowiak, que es el timón del equipo y aunque tiene el despliegue de un típico volante de marca ‘metelón’, es clarito para jugar en corto y juntar a sus compañeros.

No obstante, el mayor beneficiado se llama Piotr Zielinski, que en el 4-4-1-1 funciona como segundo delantero, en un puesto que no es el suyo. En la nueva figura, además de tener más socios de la mitad para arriba, el talentoso volante del Napoli puede jugar en la posición que más le conviene: por derecha, para tirarse hacia adentro y combinar o encarar hacia afuera y tirar un centro. De falso extremo, sin duda, es como mejor puede explotar sus virtudes.

Es difícil saber si todo esto es bueno o malo para Colombia. La fórmula polaca está probada y a puro Lewandowski se clasificaron y son cabeza de grupo. Por otro lado, si el entrenador está dispuesto a cambiar el plan sobre la hora será porque el beneficio se presume grande. Pékerman, con seguridad, estará muy inquieto.

*Periodista de Hablaelbalón.com