Las universidades tienen el deber de formar seres humanos con pensamiento crítico. | Foto: Cortesía Uniminuto

Análisis

Cómo enfrentar los desafíos de la “nueva normalidad” en el campus

El padre Harold Castilla, rector de la Uniminuto, propone fórmulas que les permitan a las universidades repensar los procesos, las metodologías y herramientas para el aprendizaje.

Padre Harold Castilla
21 de junio de 2020

Deben las Instituciones de Educación Superior (IES) reinventarse? Para responder a esta pregunta es necesario recurrir a una palabra del mundo empresarial que tomó relevancia gracias al profesor estadounidense Clayton Christensen: disrupción. Esta hace alusión a una “rotura o irrupción brusca”, es decir, a una acción que rompe con lo establecido, con lo que se hace por inercia, y con todo aquello que da una cierta sensación de seguridad.

Con la actual crisis derivada de la pandemia, las IES no escapan al desafío de la acción disruptiva. Así como se espera que la sociedad cambie, también hay la expectativa de que la educación superior lo haga y de manera sustancial. Es el momento de innovar, de reinventar los elementos que la configuran. El currículo, la práctica docente, los contenidos, las modalidades, la investigación, la extensión y proyección sociales serán impulsados por la disrupción para enfrentar los desafíos de la “nueva normalidad”.

Bajo entornos de cambio e incertidumbre, la innovación disruptiva en las IES se sustenta en tres principios: organización, legitimidad y efectividad. Con estos en mente, la educación superior puede reinventarse de la siguiente manera. En primer lugar, orientando su gestión hacia una educación digital que brinde mayor acceso y cobertura, sin perder de vista la calidad, y, en segunda instancia, mejorando la capacidad organizacional a la hora de tomar decisiones para que el proceso sea más sencillo y rápido.

En cuanto al sector educativo en su conjunto, la innovación disruptiva debe centrarse en la renovación de la dinámica de enseñanza. El aprendizaje tiene que estar mediado por el uso y la apropiación de las TIC como nuevos lenguajes curriculares. Es necesario que la experiencia de formación del estudiante sea personalizada y protagonista de la propuesta educativa. El profesor es mediador y acompañante. Finalmente, la reinvención también involucra la gestión eficiente y eficaz de los recursos.

Reinventarse será, entonces, una acción dinámica y permanente de las IES. Pero esta innovación tiene que implementarse bajo los principios de la educación superior. Como lo explicaba el filósofo brasileño Paulo Freire, debe asumir su responsabilidad ética de formar seres humanos con pensamiento crítico, que con sus conocimientos sean capaces de enfrentar la incertidumbre. Deben ser ciudadanos solidarios y comprometidos con la “casa común”.

* Rector General de Uniminuto

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