Los proyectos de voluntariado se han convertido en correa transmisora de valores. | Foto: Istock

Cooperación y desarrollo

Para los canadienses ayudar está en la sangre

Los programas de voluntariado están enraizados en el espíritu del segundo país más grande del mundo y Colombia cuenta con ellos.

2 de julio de 2017

Hay lugares del planeta donde conceptos como la solidaridad, la generosidad o la cooperación forman parte del código genético de sus habitantes. Es el caso de Canadá. Un país donde desde hace más de un siglo los proyectos de voluntariado se han convertido en correa transmisora de valores arraigados a su espíritu, bajo la convicción de que cada canadiense puede serle útil a otra persona, en algún momento de la vida. Actualmente hay 29 voluntarios repartidos en distintas partes de Colombia, trabajando en temas de ecoturismo, políticas públicas, derechos humanos o educación ambiental, entre otros.

Es el caso de Claude Faubert, un buzo pensionado que a sus 75 años vino a parar a Sopó, cerca de Bogotá. Allí colaboró durante unos meses en temas ambientales. Y quedó con un proyecto en cocción. Como ha participado de forma activa en comités del Museo de los Derechos Humanos de Canadá, en Winnipeg, ha sondeado la posibilidad de enlazar de alguna forma la experiencia canadiense con el Centro de Memoria Histórica en Bogotá.

Diana Muñoz, analista en temas de desarrollo de la embajada canadiense en Bogotá, explica que en el país norteamericano existe una creencia de que "uno también tiene que compartir con otros el conocimiento y lo que la vida le ha dado. Entonces muchos ofrecen su tiempo de voluntariado de manera gratuita. Como algunos jubilados, ya están recibiendo una pensión y no cobran por su trabajo, se les da un pequeño estipendio para poder quedarse y la organización receptora se encarga de la manutención, pero eso es todo".

Y es que el perfil varía mucho. Como puede ser un estudiante recién graduado del colegio, también se encuentran empleados que deciden hacer un alto en mitad de su vida laboral. De hecho, el embajador encargado de Canadá en Colombia, Allan Culham, fue voluntario en Senegal durante siete años. También el Jefe de Cooperación. Y así, es muy frecuente encontrar alguna referencia de proyecto de cooperación en fronteras lejanas dentro de los currículos canadienses.

Diana Muñoz afirma que anualmente el Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá abre convocatorias en las que participan tanto ciudadanos con ánimo de viajar a otro país, como organizaciones con programas de voluntarios interesados en trabajar en países en vías de desarrollo. Es el caso de Abogados sin Fronteras Canadá, Oxfam, Ceso Saco o Cuso International. "Quisiera decir que los voluntarios quedan con una relación muy estrecha con organizaciones colombianas". Y añade: "Esto fomenta los vínculos de amistad entre los dos países. Aporta a la comprensión de las dinámicas en Colombia. La solidaridad y la amistad que se forman son muy importantes dentro de la razón de ser de los programas".