Un trabajador de la salud prepara una dosis de la vacuna Sinovac Biotech de China contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19). REUTERS / Ajeng Dinar Ulfiana
Un trabajador de la salud prepara una dosis de la vacuna Sinovac Biotech de China contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19). REUTERS / Ajeng Dinar Ulfiana | Foto: REUTERS

Pandemia

El mundo ya supera los 15 millones de muertos por coronavirus

Los datos de la Universidad Johns Hopkins atribuyen 4,51 millones de muertes al virus de la covid-19.

3 de septiembre de 2021

A lo largo de estos meses, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como pandemia al nuevo coronavirus, son muchas las razones por las que las personas han fallecido.

Algunas lo han hecho mientras están infectadas con la covid-19 pero no se realizan testeos o ingresan a hospitalización, por lo que no están en los registros oficiales; hay otras a quienes cuyas muertes se han atribuido a la enfermedad, pero padecían otras dolencias que de todas maneras habrían terminado con sus vidas, y están aquellos que fallecieron por causas evitables, pero el colapso en los sistemas de salud no permitió que recibieran la atención adecuada.

Es por esto que el semanario británico The Economist juntó todas las causas de las muertes, y las contabilizó mediante un método estándar de seguimiento de los cambios en la mortalidad total, el “exceso de muertes”.

Esto corresponde a la brecha de la cantidad de personas que fallecieron en una región determinada en un período de tiempo específico, independientemente de la causa, y la cantidad de muertes que habrían sucedido si no hubiera ocurrido esta pandemia.

“Aunque el número oficial de muertes causadas por el virus de la covid-19 es ahora de 4,5 millones, nuestra mejor estimación es que la cifra real es de 15,2 millones de personas. Los analistas de datos descubrieron que hay un 95% de probabilidad de que el valor real se encuentre entre 9,3 millones y 18,1 millones de muertes adicionales”, dijeron.

“La razón por la que solo podemos proporcionar una estimación aproximada, con una amplia gama de incertidumbres circundantes, es que calcular el exceso de muertes para todo el mundo es complejo e impreciso. Incluyendo estadísticas publicadas por unidades subnacionales como provincias o ciudades, entre los 156 países del mundo con al menos un millón de habitantes, logramos obtener datos sobre la mortalidad total de solo 84. Algunos de estos lugares actualizan sus cifras con regularidad; otros los han publicado una sola vez”, añadieron.

Esto se logró determinar mediante un modelo de aprendizaje automático, que hace una estimación del exceso de muertes para cada país todos los días desde el inicio de la pandemia.

Este tiene en cuenta, tanto datos oficiales de exceso de mortalidad como en más de 100 indicadores estadísticos más, y los recuentos finales hacen uso de las cifras oficiales de los gobiernos según su disponibilidad, y las estimaciones del modelo en todos los demás casos.

Esto evidencia que las diferencias entre países en la escala y frecuencia de las pruebas de detección del virus, que sumado a la gravedad de la pandemia, pueden demostrar que las cifras de fallecidos por la covid-19 sean enormes.

“Estos datos dejan en claro que el nuevo coronavirus ha provocado la muerte de muchas más personas de lo que sugieren las estadísticas oficiales”, advirtieron.

Vacunados y no vacunados se infectan con la misma carga viral de la variante delta del coronavirus

Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Oxford, publicado en el portal The BJM, dice que los adultos que han sido completamente vacunados contra el SARS-CoV-2 pueden tener la misma carga viral de la variante delta que los que no están vacunados, sugiere un análisis preliminar de datos del Reino Unido.

Sin embargo, los más recientes resultados de la encuesta nacional de infección por covid-19 del Reino Unido muestran que tener dos dosis de la vacuna sigue siendo la forma más eficaz de garantizar la protección contra la delta.

Los autores del estudio dijeron que las implicaciones para la transmisión aún no estaban claras, pero sugirieron que la posibilidad de que los individuos completamente vacunados transmitan el virus a otros haría que lograr la inmunidad colectiva sea un desafío mayor.

Al respecto, Sarah Walker, profesora de estadística médica y epidemiología en la Universidad de Oxford e investigadora principal de la encuesta, aseguró: “Todavía no sabemos cuánta transmisión puede ocurrir de las personas que contraen covid-19 después de ser vacunadas; por ejemplo, puede tener altos niveles de virus durante periodos de tiempo más cortos”.

“Pero el hecho de que puedan tener altos niveles de virus sugiere que las personas que aún no están vacunadas pueden no estar tan protegidas de la variante delta como esperábamos. Esto significa que es esencial que se vacunen tantas personas como sea posible, tanto en el Reino Unido como en todo el mundo”, agregó.

El informe, que aún no ha sido analizado por otros miembros de la comunidad científica, halló que las vacunas desarrolladas por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, y la de Pfizer y BioNTech ofrecían una buena protección contra nuevas infecciones, pero que el rendimiento era menos bueno contra la variante delta que con la alfa, previamente dominante.

Las muestras fueron recolectadas entre el 1.° de diciembre de 2020 y el 16 de mayo de 2021, cuando la de mayor preocupación era la variante alfa, y entre el 17 de mayo y el 1.° de agosto de 2021, cuando surgió la delta.

Allí se encontró que dos dosis de cualquiera de las vacunas proporcionaron al menos el mismo nivel de protección que el proporcionado a través de la infección natural con el virus.

Por ejemplo, cuando prevaleció delta, la eficacia de la vacuna Pfizer fue del 80 % a los 14 o más días después de dos dosis, mayor que después de dos dosis de la de AstraZeneca, que reportó un 67 %, pero no significativamente diferente de la protección que brinda la inmunidad natural en personas no vacunadas que dieron positivo en la prueba del SARS-CoV-2, que es cercano al 72 %.

La eficacia de las vacunas estaba directamente relacionada con el tiempo transcurrido entre la primera y la segunda dosis. “Las personas que fueron vacunadas después de haber tenido covid-19 tuvieron más protección de la vacunación que aquellas que fueron vacunadas sin una infección natural previa”, dice el informe.

Por ejemplo, 14 días después de una segunda dosis de AstraZeneca, en promedio, las tasas de todas las nuevas infecciones por covid-19 se redujeron en un 88 % entre los que tenían una infección previa, en comparación con el 68 % en los que no tenían una infección previa. Los porcentajes fueron del 93 % y el 85 %, respectivamente, para la vacuna Pfizer.