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ACTITUD RENOVADORA

El Salón de Arte Joven, celebrado en Corferias de Bogotá, fue ejemplo del nivel y calidad que deben tener ese tipo de eventos.

16 de enero de 1995

EN LA ULTIMA DEcada un exagerado entusiasmo por el trabajo de jóvenes artistas dio lugar a que museos, galerías y centros culturales entre otros, crearan cada vez más programas de apoyo y difusión al trabajo de los jóvenes, lo cual necesariamente condujo a una situación caótica que surgió en la desesperada e indiscriminada búsqueda de nuevas figuras.
La pérdida de foco se vio reflejada inclusive en eventos de tanta importancia como los salones oficiales, los cuales se desbordaron de trabajos de mínima calidad, realizados por principiantes o estudiantes de arte cuya escasa formación y reflexión no daban lugar a establecer tendencias o lenguajes.
Por fortuna fallas tan evidentes comienzan a corregirse. Un buen ejemplo de la nueva actitud lo constituye el recién celebrado Salón de Arte Joven que se llevó a cabo en las salas de Corferias de Bogotá.
La labor de selección y premiación allí realizada por un jurado idóneo, compuesto por la curadora del MAM de Bogotá, Carmen María Jaramillo; la crítica de arte Carolina Ponce de León y el maestro Gustavo Zalamea, hizo entender el compromiso con que debe actuar en estos casos el curador. El Salón fue no solo clarificante acerca de las nuevas tendencias, sino limpio en su presentación.
De la misma forma, los premios otorgados a Delcy Morelos, Lucas Ospina y María Adelaida López, señalan un rumbo y unos nombres que con tranquilidad podrán seguir en un futuro los interesados en el arte, pues responden a las conductas responsables y honestas que este tipo de eventos estaba reclamando.