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Investigación determinó que accidente del vuelo de EgyAir en 2016 se ocasionó por un incendio derivado de un cigarrillo prendido en cabina.
El hábito de fumar puede ser perjudicial y Dios no está de acuerdo. | Foto: Getty Images

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¿Es pecado fumar? Esto dice la Biblia al respecto

Dios quiere que las personas respeten el cuerpo y el alma.

Redacción Semana
30 de septiembre de 2023

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el tabaco mata a ocho millones de personas cada año (siete millones de fumadores activos y más de un millón de no fumadores afectados por humo de fuente ajena), incluyendo un millón en las Américas.

El cigarrillo contiene una de las sustancias más adictivas que existe en el mundo. Se trata de la nicotina, la cual actúa en el cuerpo como un estimulante o un depresivo, pues cuando alguien fuma esta llega al cerebro de manera rápida y repetida.

Fumar cigarrillo (GETTY)
Esto es lo que piensa Dios por fumar. (Getty) | Foto: Getty Images

“Está científicamente probado que fumar daña casi todos los órganos del cuerpo y aumenta el índice de enfermedades y muertes”, declara The Tobacco Atlas. Además, es una de las mayores causas de muerte por enfermedades contagiosas como la tuberculosis.

Sin embargo, es importante tener en cuenta qué dice Dios acerca de fumar. Según la Biblia, específicamente el texto de Romanos 6:16, indica que cuando las personas entran en una ansiedad de fumar y se dejan dominar del pensamiento y las acciones, lo convierten en un escalvo de un vicio.

Aunque Dios está en desacuerdo con ello porque él quiere que los seres humanos sean libres y no solo de costumbres que perjudican el cuerpo, sino también de las que corrompen el espíritu, es decir, las actitudes y las inclinaciones.

Es por eso que los individuos que llegan a amar a Dios comprenden que Él merece lo mejor y que no podrá demostrar su amor mientras esté esclavizado a un hábito mortífero. Esto también sirve para resistir ante la tentación.

La confianza en Dios es primordial en la tierra.
La confianza en Dios es primordial en la tierra. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Por medio de la Biblia, Jesús enseña a los seres humanos tener un punto de vista apropiado de la vida, el cuerpo y las dificultades, y dijo: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37).

Lo dicho anteriormente quiere dar a entender que Dios desea que se use correctamente la vida y el cuerpo, que se trate con todo el respeto que se merece. Además, explica que cuando se tiene estos tipos de vicio es bueno encomendarse a las oraciones.

Oración para dejar el vicio de fumar

Padre amoroso. Vengo a ti a rezar para que me ayudes a dejar de fumar. Padre, en mi corazón siento que no estoy siendo un buen testigo para los que me rodean y aunque sé que no hay pecado en fumar, mi corazón desea dejar este hábito, para ayudar a ser un estímulo para otros, que están luchando con el hábito de fumar, tanto creyentes como no creyentes por igual.

Señor, te pido que me quites el deseo de fumar y lo reemplaces con un deseo cada vez mayor de conocerte más y de acercarme cada vez más a ti en los días venideros.

Señor, creo que estás dispuesto y eres capaz de darme la fuerza para dejar de fumar y para que Tú seas todo alabanza en el nombre de Jesús.

La oración ante los problemas graves.
La oración ante los problemas graves. | Foto: Getty Images

Padre Celestial, traemos ante tu trono de gracia a todos aquellos que están seriamente envueltos en cualquier adicción destructiva y particularmente a aquellos que se han vuelto adictos al cigarrillo.

Señor, sabemos que cualquier cosa que sea capaz de sobrepasar la voluntad de una persona y causar que se vuelva física o emocionalmente dependiente de ella, no es tu voluntad para su vida, porque nuestra dependencia y suficiencia está en Cristo Jesús nuestro Señor.

Señor, sé que con sus propias fuerzas nadie podrá liberarse de la adicción al tabaco, pero tu gracia es suficiente para tratar con cualquier adicción y Tu fuerza para superar la obsesión de fumar se perfecciona cuando la gente está preparada para entregarte sus adicciones y entregar sus hábitos obsesivos a Tu custodia.

Padre, te pido que seas misericordioso con todos aquellos que buscan tu rostro en este asunto y que están preparados para entregarte su obsesión por el tabaco y avanzar en sus vidas con tu fuerza, por el poder del Espíritu y en el nombre de Jesús. Amén.