Premio a la excelencia

Diseño es para muchas personas una palabra demasiado amplia y difícil de precisar. Paradójicamente, es uno de los oficios más cercanos a la gente, ya que el espíritu de su existencia es procurar hacer más fácil y cómoda la vida de las personas. Así lo entendió la revista Proyectodiseño, que hace una década creó el premio Lápiz de Acero. La idea en ese entonces era hacer visible entre la gente del común el valor que tiene el diseño en sus vidas y a la vez promover el talento creativo colombiano. Si hoy se hiciera un balance, habría que decir que ese objetivo se ha sobrepasado con creces, ya que los Lápiz de Acero se han posicionado como la principal vitrina de difusión del talento creativo nacional.

Para esta edición, los jurados seleccionaron 87 finalistas agrupados en cinco grandes categorías y 21 subcategorías, entre ellas Identidad visual, Internet, Espacios Interiores, POP y Editorial, que fueron los segmentos con un crecimiento más significativo con respecto a la edición anterior.

La creatividad de las propuestas y el alto nivel de producción que se aprecia en la mayoría de trabajos que concursan este año reflejan el buen momento por el que atraviesa el diseño nacional. Así lo recalcó la mayoría de jurados, quienes, sin perder una posición crítica, expresaron que en la actualidad existen buenas ideas que ya no se quedan en el papel sino que se convierten en un producto final de alta calidad y competitividad. "Hay una nueva generación de creadores con un sabor propio y creativo. Hay una exploración interesante que se refleja en la búsqueda de nuevos materiales y técnicas", dice Ricardo Pava, jurado de la categoría Vestuario.

Hace 10 años el diseño colombiano ni siquiera era percibido como algo accesible para la gente del común. Hoy muchas más personas saben que el bienestar de su vida depende en gran medida de contar con objetos bien diseñados. Y eso, en gran parte, se debe a los premios Lápiz de Acero.