Cero y van tres: James Rodríguez vuelve a tener problemas y estas son las razones por las que no juega en São Paulo

James Rodríguez, en São Paulo, ha tenido más problemas que minutos de juego. Dificultades físicas como las lesiones en el muslo que lo dejaron más de un mes fuera de las canchas, la molestia en la pantorrilla que lo alejó del juego otro tiempo similar, un virus que lo incapacitó y los choques con cada uno de los tres técnicos que ha tenido, son el resumen de las últimas temporadas del jugador.

Su primer técnico en el equipo brasileño fue Dorival Júnior, que le dio la confianza de jugar 14 partidos, la mayor cantidad de minutos que James ha sumado en São Paulo. El colombiano respondió con un gol y tres asistencias. Sin embargo, Dorival se molestó porque su rendimiento no era el mismo que mostraba en la selección Colombia. De hecho, fue enfático en señalar que cada que llegaba de partidos con el equipo nacional lo hacía con problemas físicos que le impedían entrenar con el resto del equipo o ser tenido en cuenta para los partidos oficiales.

Thiago Carpini, segundo entrenador, lo tuvo en cuenta para siete juegos. James marcó apenas un gol y aportó una asistencia. Su intermitencia llamó la atención de los medios, quienes preguntaban con insistencia por la ausencia del volante. “Está sufriendo un problema crónico en los isquiotibiales”, dijeron. Tan grave se tornó la situación que ni siquiera podía completar una semana de trabajo e, incluso, cuando llegaba a su mejor forma física, recaía.

Con esa declaración, la no inscripción al torneo Paulista, ni ser tenido en cuenta para la Supercopa de Brasil, James pidió una reunión con los directivos para rescindir su contrato, que va hasta 2025. Sin embargo, al ver que no llegaban ofertas que llenaran sus expectativas económicas y la deuda de cerca de 2 millones de euros que debía cancelarle São Paulo, la decisión se descartó, el jugador pidió perdón y se reintegró. Su actuación se tomó como una pataleta que dificulta su salida. Nadie quiere comprar un problema.

Con la llegada de Luis Zubeldía se esperaban mejores oportunidades para James, sobre todo por su buen momento físico. No obstante, el panorama empeoró. El cucuteño lleva tres partidos consecutivos sin ser tenido en cuenta y solo ha jugado cinco minutos con el argentino. “Estoy aquí para tomar decisiones. Si James no está, es porque otros compañeros necesitan estar”, señaló Zubeldía tras el partido con el Vitória.

¿Qué pasa con James?

SEMANA conoció con fuentes cercanas al club que “a James Rodríguez le cuestionan su compromiso con su profesión, es decir, no se entrena al ciento por ciento”, declararon desde la interna del club en Brasil. Lo conocido por este medio contrasta con algunos periodistas que siguen el día a día del equipo tricolor.

Patricio de la Barra, corresponsal de Radio Cooperativa de Chile y colaborador de varios medios, señaló que el tema de James es muy delicado en el interior del club y que son pocos los que se atreven a opinar. Recordó que el onceno paulista no tiene la mejor situación económica. “Se especula que el club habría atrasado los salarios y beneficios del jugador. Para otros está más que claro que James no tiene más ambiente por su falta de empeño en los entrenamientos y por evitar asumir la responsabilidad o el papel de protagonista”, destacó.

Marcelo Braga, de Globo Esporte, declara que James no tiene mucha “energía” en los entrenamientos. “Es muy rico en técnica, habilidad, un crack, pero no tiene la intensidad que el fútbol brasileño requiere”.

Rafael Oliva, de Lance, indica que el colombiano tiene uno de los salarios más altos del club y que “el costo-beneficio es muy malo, ya que ha jugado menos de la mitad de los partidos desde que llegó”. Pau Ramírez, corresponsal en Brasil, fue más implacable; opina que a James “le faltó asumir más la responsabilidad como líder, algo que sí hacen otros veteranos como Calleri, Rafinha o Lucas Moura, por ejemplo, y que siempre se le ve como si le faltaran ganas”.

El problema es que se acerca la Copa América para la selección Colombia, en la que James rinde como un relojito. Sin embargo, la mala hora de James en los clubes no se detiene y su futuro no está asegurado en la Tricolor.