Torres: en el corazón de Santa Fe

Fue en un amistoso contra Juventudes de Soacha cuando el entonces técnico cardenal, Fernando ‘Pecoso’ Castro, vio en el juvenil una promesa para su medio campo.

Pero la historia de este caqueceño no inició del todo bien en Santa Fe. El día de su debut, el 7 de junio de 2008, el equipo capitalino cayó por tres goles frente a América de Cali. Aunque Torres no incidió en el resultado, el jugador recuerda con dolor aquel partido.

Con el tiempo, Daniel Torres se ganó un lugar en el equipo y la confianza de los técnicos que vinieron. En el 2008, con Hernán Darío Gómez en la dirección técnica, llegó a la titular y asumió el compromiso de fortalecer la mitad de la cancha.

Luego de alcanzar la Copa Colombia, en 2009, el mediocampista empezó a ganar protagonismo. La melena larga con la que había llegado al equipo cardenal se había ido pero el león seguía rugiendo. Aplomado, tímido y disciplinado, Torres fue reconocido como el jugador revelación de la Liga Postobón 2010.

Daniel Torres estaba para grandes metas y por eso llegó a pensar que su futuro no estaba en Santa Fe. A mediados del 2011 parte rumbo a Medellín en condición de préstamo para el Atlético Nacional. Quería jugar una Libertadores y por eso llegó al onceno verdolaga, pero antes de que Nacional empezara a disputar la copa internacional, Torres estaba de regreso en Bogotá.

El director técnico Wilson Gutiérrez recordó su nombre y a comienzos del 2012 ya estaba otra vez recuperando balones en el corazón de Santa Fe. Fue a mediados del año pasado que, con el título de la Liga Postobón, el equipo alcanzó la clasificación a la Libertadores. “En ese momento uno no piensa lo que puede hacer y lo que podría alcanzar el siguiente año en Copa Libertadores”, le confesó a Semana.com el volante santafereño.

Santa Fe es hoy una familia y Torres uno de sus pilares. Por eso afirma estar muy contento con su posición dentro del equipo, porque es un momento muy especial para su esposa y su hijo, además de ser motivo de orgullo para su madre: “Mi mamá es la persona que está más contenta por todo el sacrificio que tuvimos que hacer para que yo llegara a ser jugador profesional. Ver el fruto de todo lo que ella sembró es lo que ha hecho que esté mucho más contenta.”

Daniel Torres es un creyente. De la mano de Dios, dice él, Santa Fe ha alcanzado los triunfos recientes, y eso define la identidad del equipo: “Lo que más me ha gustado, lo que ha hecho que este sea un gran Santa Fe es la confianza y la fe que tiene en el Señor. Y esperemos que siga siendo así.”