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Economistas y centros de estudios señalan que una nueva cuarentena podría ser devastadora para la economía y el empleo. | Foto: Guillermo Torres

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¿Cómo puede afectar el nuevo aislamiento selectivo a la economía de fin de año?

Cada año, el último trimestre es clave para el PIB colombiano, pues aumenta el consumo de los hogares. No obstante, por el coronavirus, el panorama podría complicarse.

29 de octubre de 2020

Nuevos confinamientos, medidas de cuarentena más estrictas, cierre de negocios y aumento de los cuidados. Este panorama, que parecía haber quedado atrás en buena parte del mundo, vuelve a ser protagonista en diversas naciones de Europa, donde el coronavirus intenta de nuevo hacer de las suyas. Colombia no está lejos del furor de esa segunda ola.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que los actuales contagios en el Viejo Continente superan tres veces los del primer pico de marzo. De hecho, desde hace varias semanas países como España, Italia, Alemania, Reino Unido y Francia reactivaron normas para controlar el movimiento de los ciudadanos, con el fin de no perder la batalla contra la covid-19.

Esta situación envía un mensaje de alerta para Latinoamérica, donde algunos países –incluido Colombia– siguen viviendo la primera ola de contagios, al tiempo que reactivan sus economías. En el caso local, expertos señalan que se habría llegado a una meseta promedio de 8.000 casos al día y entre 180 y 200 muertes diarias.

Pese a los llamados de autocuidado, que es lo que ahora se extiende hasta el 30 de noviembre, como aislamiento selectivo, el Gobierno no descarta que en algunas ciudades se empiecen a imponer medidas adicionales. Todo dependerá del aumento de ocupación de las unidades de cuidados intensivos, cuyo descenso se frenó en las últimas semanas.

Si bien es necesario ponerle la lupa a la salud, está claro que recuperar la economía es igual de importante. Las cuarentenas a nivel nacional y regionales golpearon el aparato productivo a tal punto que hubo un desplome de la economía entre marzo y agosto, y esto se tradujo en mayor desempleo, menores ingresos de los trabajadores y mayor pobreza.

Precisamente por esto, el centro de estudios de ANIF considera que el país debe dejar de lado la posibilidad de volver a los confinamientos estrictos. En su concepto, la caída del 8,1 por ciento del PIB registrada entre enero y agosto podría derivar en una recesión todavía más profunda.

La afectación la sentirían todos los sectores, aunque unos más que otros. Por ejemplo, para el de ocio y actividades artísticas sería devastador, pues ni siquiera han podido reactivarse plenamente con la nueva normalidad. Otro de los más impactados sería el comercio, que ha realizado grandes inversiones para poder operar con los protocolos sanitarios respectivos.

Desde Fenalco señalan que un segundo freno a las actividades costaría aún más que el primero, sobre todo en las ciudades grandes. Es más, Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio, dijo en Dinero que algunos comerciantes “están dispuestos a incumplir” las medidas de confinamiento, pues un nuevo confinamiento les daría la estocada final.

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Por otro lado, agregó que no hay coherencia en que los alcaldes restrinjan el comercio con toques de queda y al tiempo permitan aglomeraciones en las calles, como las vividas en las ciudades con el paro nacional del 21 de octubre.

"Nosotros no consideramos que volver a los cierres parciales o totales sería una medida adecuada para el manejo de la salud. Muchos alcaldes que no son capaces de controlar la medidas de bioseguridad en las calles castigan al comercio y por esto hay un gran número de comerciantes pensando en volverse informales, porque, como a los informales sí los protegen”, dijo.

Al Gobierno nacional y a los mandatarios territoriales está a punto de caerles esta papa caliente, por lo cual será fundamental que se adelanten antes de que llegue el momento crítico. El panorama no es sencillo, sobre todo porque se viene el cierre de 2020, cuando buena parte de los sectores confía en tener un mejor desempeño.

Los resultados de años anteriores confirman que los últimos meses de cada año siempre llegan con buenas cifras de consumo y para esta vigencia no caería nada mal un impulso de parte de los hogares. Eso, claro está, sería imposible si se reactivan las cuarentenas estrictas.

No obstante, las aglomeraciones que se viven durante las festividades pueden convertirse en altos focos de contagio, con lo cual es clave sopesar una y otra cosa.

Una de las iniciativas que podría mitigar esta situación es la que adelanta un grupo de gremios y líderes empresariales, que busca que se adelante el pago de la prima de Navidad para este mes o el próximo. Según Charles Chapman, abogado laboralista y líder de la iniciativa, esta propuesta contribuye con acciones inmediatas a la solución de necesidades latentes de nuestra sociedad.

En su concepto, permitirá inyectarles ingresos a los hogares colombianos en épocas en las que los trabajadores solo reciben su salario, pero también evitar aglomeraciones y reactivar la economía. “Sin duda alguna, esto permitirá la conservación de puestos de trabajo y dará alivio a muchas empresas que, hoy por hoy, requieren un impulso para mantenerse a flote”, aseguró.