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¿Quiénes ganaron con la nueva licitación de TransMilenio?

Para las empresas del sector autopartista, la licitación de los nuevos buses del sistema de transporte masivo en Bogotá genera un aire renovado en materia de empleo y crecimiento.

17 de noviembre de 2018

Es la noticia del año. Así calificaron la licitación de buses de TransMilenio las empresas colombianas dedicadas a fabricar carrocerías, ventanillas, sillas, barras, cojinería y un sinnúmero de piezas y partes producidas en el país. Y no es para menos: el costo total de la licitación supera los 7 billones de pesos y solo la renovación de la flota tiene un valor estimado de 1,6 billones de pesos, lo cual tendrá un efecto positivo en el empleo y la inversión.

Los fabricantes de carrocerías lograron garantizar los pedidos para completar los 1.181 buses nuevos que tendrá el sistema de transporte masivo a partir del próximo año. De estos buses, de las marcas Volvo y Scania, llegará importado el chasis completo, y los proveedores locales Superpolo y Busscar se encargarán de fabricar y ensamblar las carrocerías. ¿Qué impacto tendrá esta licitación en la industria colombiana?

Las primeras cuentas indican que la operación permitirá reactivar el sector autopartista, que tiene una cadena de proveedores muy grande, como dice Juliana Rico, directora de la Cámara de la Industria Automotriz de la Andi. Por eso, más de un centenar de empresas colombianas pondrán su parte en la construcción de las carrocerías, lo que representan una cifra cercana al 50 por ciento del valor total que tiene cada bus.

Este proceso convertirá al empleo en uno de los mayores ganadores. Roberto Gálvez fundó y preside Busscar, una de las mayores empresas carroceras del país con sede en Pereira, que tendrá a su cargo producir 481 buses en alianza con Scania –a gas y con tecnología Euro VI–. Gálvez asegura que este trabajo le exigirá a su compañía contratatar por lo menos 500 personas adicionales a los 850 empleados que tiene hoy.

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Esta empresa comenzará a hacer las nuevas contrataciones en unas semanas. Según el directivo, primero deberá capacitar la mano de obra en actividades como soldadura, pintura y en general el ensamble, que comenzará en forma en enero próximo, ya que tendrá que hacer las primeras entregas en mayo de 2019.

Superpolo, otra de las compañías locales, también tiene entre sus cuentas aumentar el número de sus empleados. La contratación de personal en este tipo de empresas depende mucho del mercado, y en estos momentos esta compañía tiene 1.200 operarios, pero espera contratar entre 500 y 600 más para atender los nuevos pedidos.

Superpolo, con sede en Cota, Cundi-namarca, producirá las carrocerías de 700 buses con chasis de la sueca Volvo –a diésel y de tecnología Euro V–. James Posada, gerente general de la compañía, asegura que el 10 de diciembre comenzarán a producir los primeros 333 buses para entrega en abril de 2019 en el patio El Tunal. “Esto nos permitirá tener el mejor año de la última década porque se trata de uno de los proyectos más importantes”, asegura Posada.

No son las únicas beneficiadas. Tanto Busscar como Superpolo cuentan con decenas de proveedores que, a su vez, producen piezas y partes como sillas, manubrios, pisos, barras, que terminan de elaborar lo que en este sector conocen como el ‘vestido’ de los buses. Estas empresas han venido en un proceso de fortalecimiento durante casi dos décadas, desde el momento en que comenzó a operar el primer sistema de transporte masivo en Bogotá.

Para los empresarios del sector de autopartes, la licitación de TransMilenio se convierte en un impulsor de empleo y crecimiento económico. James Posada, gerente general de Superpolo, y Roberto Gálvez, presidente de Busscar, tienen planes para contratar más personal.

Buena parte de estas compañías han crecido de la mano de los carroceros locales, quienes les han encargado de fabricar piezas y partes antes importadas. Gálvez, de Busscar, recuerda que en 2003, cuando hicieron las primeras carrocerías para el sistema masivo, importaban el 92 por ciento del material necesario, mientras que hoy solo traen alrededor del 12 por ciento.

En el Eje Cafetero y en el centro del país decenas de empresas participan en este clúster, algunas de ellas con un modelo asociativo. Entre ellas están las que fabrican vidrios y piezas en fibras de vidrio, las que elaboran el sistema para abrir las puertas, hacen los bastidores, los ruteros eléctricos y algunos mecanizados.

Superpolo, la compañía que nació de una alianza estratégica entre Superior de Colombia y la brasileña Marcopolo, también ha reducido sus importaciones, pues a lo largo de los años ha logrado construir una red de proveedores locales.

Buenas cifras

En los estados financieros de las empresas de carrocerías el impacto de la licitación de buses para TransMilenio también comienza a aparecer. Aunque se trata de ingresos que se causarán el próximo año, la dinámica esperada en ventas les permitirá mejorar su desempeño. En Busscar, las cuentas indican que pasarán de ventas por 76.000 millones de pesos el año pasado a 160.000 millones de pesos en 2018 y a más de 200.000 millones de pesos en 2019.

Aunque en los últimos meses ha reaccionado esta industria, lo cierto es que el sector de carrocerías viene de malos tiempos

Esto significa que el negocio con TransMilenio llega en el mejor momento para esta compañía, que en septiembre de 2016 pidió una reorganización empresarial ante la Supersociedades para enfrentar una difícil situación financiera. La entidad aprobó en febrero de este año el proceso y los resultados positivos comienzan a verse. “Estuvimos sobre el borde de la navaja, con posibilidad incluso de entrar en liquidación, pero ya logramos remontar esos malos tiempos y con este negocio de Bogotá se fortalece mucho más la compañía”, asegura Gálvez.

En Superpolo también esperan aumentos significativos en materia de ingresos. La compañía registró el año pasado ventas por unos 160.000 millones de pesos, este año espera alcanzar los 185.000 millones y para el próximo calcula que podrían llegar a 320.000 millones de pesos.

Estas cifras no tienen en cuenta aún los 260 buses adicionales del patio Américas, declarado desierto en la licitación de TransMilenio, que deberá estar lista antes de finalizar este año o a más tardar a comienzos de 2019. Quien se quede con este negocio sumará aún más a las cuentas positivas que ya tienen las empresas de carrocerías, que han aprovechado el desarrollo local para conquistar los mercados internacionales.

A nivel nacional, el mercado incluye los sistemas de transporte masivo en ciudades como Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Medellín o Cartagena. En estas hicieron las mayores ventas al momento de introducir los sistemas, pero en los últimos años han tenido que ver más con reposiciones. Este año, sin embargo, las compañías están pendientes de una licitación que planea abrir la Alcaldía de Cali para comprar 260 buses tipo alimentador que entrarán a reforzar el sistema para mejorar el servicio.

El mercado de exportación también constituye una veta para este sector. Busscar ha hecho exportaciones importantes a México, Chile, Panamá y algunos países de Centroamérica. “En México tenemos rodando buses panorámicos”, destaca Gálvez, quien considera que la experiencia local le sirvió a la empresa para entrar con empuje a los mercados internacionales.

Superpolo también ha exportado a Panamá y Ecuador, aunque en el caso de esta compañía coordinan los negocios al exterior directamente con el socio brasileño de la empresa, que tiene una fuerte presencia en los mercados internacionales.

Aunque en los últimos meses ha reaccionado esta industria, lo cierto es que el sector de carrocerías viene de malos tiempos. “Como el negocio de carrozar venía deprimido, habíamos bajado mucho la contratación”, asegura Gálvez, quien cuenta que en los buenos años el sector ha vendido 4.500 buses al año en promedio, pero este año no completarán siquiera 2.000.

Por eso, el negocio de TransMilenio impulsa el crecimiento para el próximo año de docenas de empresas colombianas. Y abre un nuevo polo de generación de empleo y riqueza para algunas regiones del país. 

Un mejor sistema

Aunque la licitación de TransMilenio tendrá efectos positivos en el empleo y el crecimiento de la economía, algunas voces han criticado duramente que algunos buses que entran al sistema tengan tecnología diésel Euro V, que en Europa ya consideran obsoleta y contaminante.

Sin embargo, no todos los buses tendrán esta tecnología porque en Bogotá también rodarán los buses a gas con tecnología Euro VI. Juan Carlos Ocampo, director gerente de Scania en Colombia, asegura que la nueva flota combinada mejorará sustancialmente la calidad del aire en la capital del país, donde en este momento circulan buses con tecnología Euro II. Destacó que la flota de gas “es 3.500 veces menos contaminante frente a lo que rueda hoy en Bogotá, y mejorará la calidad de vida de los bogotanos”.

Además del tema ambiental, Ocampo destacó que buena parte de la nueva flota tendrá biarticulados, es decir, buses con capacidad para movilizar 227 pasajeros frente a 150 de los articulados. El directivo asegura que una vez entren los nuevos buses, los bogotanos notarán la diferencia.