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Los 60 años de la OPEP en medio de incertidumbre por la demanda de crudo en la pandemia. | Foto: AP

Energía

La Opep cumple 60 años en medio de un desafío coyuntural

En su sexta década de existencia, la organización se ve desafiada por la disminución de la demanda de petróleo y las políticas climáticas que impulsan las energías renovables. Estas son las perspectivas del sector.

14 de septiembre de 2020

Este lunes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cumple 60 años de existencia, justo cuando hay una gran incertidumbre en torno a la demanda de energía en el mundo debido a la crisis generada por la pandemia y la necesidad de revertir el cambio climático.

A pesar de los meses de preparación, los actos para conmemorar la conferencia fundacional de la Opep tuvieron que ser aplazados debido a la emergencia sanitaria del coronavirus, que sigue afectando al mundo

“Es muy inoportuno que no podamos celebrar el aniversario” dijo el secretario general de la organización, Mohamed Barkindo.

En cambio, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados se reunirán en línea y discutirán si el coronavirus ha frustrado sus mejores esfuerzos para mantener el mercado a flote.

El impacto de la pandemia va más allá de aplazar la reunión. Durante las 6 décadas de funcionamiento de la organización, la OPEP ha superado diferentes crisis que han afectado los precios del petróleo, pero uno de los golpes más fuertes ha sido el choque generado por el confinamiento de millones de personas debido a la covid-19.

Si bien en marzo ya se afrontaba un “colapso del mercado”, el peor mes fue abril cuando, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el mundo dejó de quemar una media de 29 millones de barriles diarios.

De hecho, el 20 de ese mes, la referencia WTI entró en terreno negativo por primera vez en la historia, mientras que el Brent, que había superado los 70 dólares en enero, cayó a menos de 20 dólares por barril.

Aunque los precios se reactivaron entre mayo y julio, la Opep está viendo que la recuperación se estanca y la demanda de combustible no aumenta a medida que la pandemia vuelve a surgir en varios rincones del mundo.

La demanda mundial de crudo a largo plazo

Mientras que la organización prevé una caída de la demanda a corto plazo, la compañía de energía BP, anteriormente British Petroleum, la ve desplomarse durante la próxima década.

Según el informe BP 2020 Energy Outlook, se pronostica que el consumo de combustibles fósiles se reducirá por primera vez en la historia moderna a medida que las políticas climáticas impulsan las energías renovables en el mundo y el coronavirus deja un efecto duradero en la demanda mundial de energía.

BP pronostica que la proporción de energías renovables crezca del 5% en 2018 a un 60% en 2050. | Foto: 123RF

De hecho, la OPEP señaló, en su Informe Mensual, que el débil consumo de combustibles se debe a las limitaciones de transporte tanto aéreo como terrestre por las restricciones ante la crisis sanitaria.

Pero BP afirma que, aunque los viajes aéreos se reanudarán con el tiempo, habrá algunos “efectos de cicatrización” como el teletrabajo y la teleducación que conducirían a un crecimiento más lento en el consumo de energía.

Además, el informe de la compañía petrolera incluye dos escenarios diferentes en el sector en cuanto al impacto de la pandemia.

En el primero, pronostica que el coronavirus reduciría el consumo en alrededor de 3 millones de barriles por día para 2025 y 2 millones para 2050. En el segundo, el virus aceleraría la desaceleración del consumo de petróleo, alcanzando su punto máximo en el 2030, causando que la demanda de carbón, petróleo y gas natural a largo plazo se reduzca drásticamente.

Se prevé que la proporción de combustibles fósiles disminuya del 85 por ciento de la demanda total de energía primaria en 2018 a entre el 20 por ciento y el 65 por ciento para 2050; y que la proporción de energías renovables crezca del 5 por ciento en 2018 a un 60 por ciento en 2050.

Así, en ese escenario, la energía renovable, como la eólica y la solar, se beneficiaría a expensas de los combustibles fósiles, aumentando en más de diez veces su proporción.