El S&P500, rumbo a conquistar nuevos máximos

En un mundo en que la perspectiva pesimista puede atraer la atención momentánea, creo firmemente que la verdadera grandeza y sostenibilidad emergen del optimismo. Cuando nos sumergimos en titulares sobre hiperinflación, crisis del dólar y conflictos bélicos, podemos perder de vista la esencia de lo que realmente impulsa el progreso: la búsqueda de soluciones.

Estamos inmersos en una nueva dinámica, una especie de guerra fría entre Estados Unidos y China. Pero en este desafío, vislumbro una oportunidad única para reinventar el modelo de producción mundial. Este escenario nos insta a invertir en la innovación, en aquellos que buscan soluciones para aumentar la productividad. Claro, no todo es color de rosa; la lucha por la hegemonía geopolítica entre estos titanes puede generar conflictos armados y alteraciones en las cadenas de valor, creando escasez en materias primas cruciales.

Nuestra tesis de inversión se enfoca en respaldar lo que impulsa la productividad, ya sea a través de acciones tecnológicas o la inversión en commodities. Las criptomonedas, como el oro digital, representan una intersección fascinante entre la escasez y la productividad. Sin embargo, es crucial destacar que, aunque este espacio está en evolución, debemos abordar con precaución la presencia de actores fraudulentos mediante un sólido proceso de curación.

Finalmente, quiero resaltar la importancia de evitar sumergirse en lo más abundante: la deuda. Paradójicamente, los productos de renta fija, considerados tradicionalmente como de bajo riesgo, pueden no ser la mejor opción en estos tiempos inciertos. Al centrarnos en invertir en soluciones, en la innovación que impulsa la productividad y en lo verdaderamente escaso, podemos forjar un camino hacia un futuro más próspero y sostenible.

Actualmente, nos encontramos en un mercado alcista en acciones en Estados Unidos, una situación que puede compararse con el auge experimentado durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La gráfica en azul que comparto a continuación destaca la historia como un potencial predictor de lo que podría acontecer con el S&P500 en la actual confrontación entre Estados Unidos y China.