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Claudia Varela, columnista

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Sin filtros

La vida hoy tiene cosas increíbles que abrazo con mi corazón de experiencias y aprendizaje.

24 de abril de 2022

No quisiera iniciar diciendo que todo tiempo pasado fue mejor. Primero porque eso me haría pensar que estoy repitiendo lo que decían mis abuelos y yo no les creía, y segundo porque creo que eso no es cierto del todo.

Sin embargo, pienso que había cosas del pasado que podemos retomar y adaptar a nuestra vida de hoy para hacernos más productivos, más eficientes y quizá más felices. Voy a navegar por tres temas que noto son de alta frecuencia para muchos de los seres humanos que vivimos en sociedades del hacer, de la acción constante. Empezaré por hablar de la conexión permanente a redes sociales, a noticias, a notificaciones de cosas que ni siquiera son de nuestro interés.

Reflexiona si eres de los que mira el celular para ver si llego algo importante, si debes ver redes varias veces al día por si te pierdes de algo y si publicas cada momento de tu vida para luego, de manera insistente, revisar si a la gente le gustó. Añoro entonces aquellas épocas donde hablabas más por teléfono, te gustaba escuchar a los demás y tenías una vida más privada; por ejemplo, recuerdo que para concertar una cita entre dos adolescentes ya conseguir el número telefónico de la contraparte era todo un emocionante proceso.

Así que creo de manera romántica que tanta red social nos está acaparando la atención, el cerebro, la personalización de las relaciones. Además, recordemos que las redes, por su superalgoritmo, nos muestran el “pedazo” de realidad que queremos ver, no la realidad completa. Esto puede crear al final una falsa sensación de que siempre tengo razón y de que todos están de acuerdo conmigo. Creo que las redes con moderación nos ayudan un montón, nos muestran cosas que jamás hubiéramos visto, nos une a los que tenemos lejos. Pero hagámoslas un instrumento nuestro, no lo contrario.

La segunda cosa que añoro un poco del pasado es que se podía decir las cosas de manera más genuina, sin tanto filtro. Se podía tener conversaciones donde hubiera desacuerdo, donde se discutiera un poco, se podía confrontar sin temor a una demanda a ser incorrecto o a que luego alguien te hiciera zancadilla.

Soy de las personas que abre la puerta a respuestas difíciles porque hago preguntas incómodas. Así que asumo (de manera incorrecta) que todos lo hacen y lo toman bien. Lo que me resulta curioso es que he notado que no siempre funciona. Apoyo la gente que pone diálogos difíciles sobre la mesa y yo los asumo, contrapregunto y los sigo. Pero eso no sucede con todos, de hecho, ni sé si funciona.

Hace unos meses vi cómo un amigo cercano, que es profesor, fue mal evaluado por sus alumnos porque decidieron de manera conjunta cambiar el horario de una de sus clases. Aunque él preguntó varias veces si el acuerdo era de todos, luego se quejaron y le dañaron su evaluación final. Estoy hablando de un curso donde el menor podía tener 30 años, no eran niños de pataleta.

Así que añoro ese principio de tener discusiones abiertas y poder decir ‘no’ sin el temor infinito de que otros se quejen, no les guste, no lo soporten. Una tercera cosa que prefiero del pasado es justamente la tolerancia a la frustración y no es una cosa de edad o de generación, pero hoy parece que nadie aguanta nada. Las cosas no salen perfectas jamás, o al menos pocas veces, porque siempre habrá una posibilidad de mejorar lo que creemos terminado.

Pero también es cierto que hay que ser práctico, fluir con lo que hay y soltar el control. Pero es que la vida no tiene Photoshop, ni filtros que maquillan, la vida va con defectos, arrugas y caras tristes a veces. Pareciera que eso no fuera posible. Seguro hay muchas más cosas que extrañamos y quisiéramos poner en la lista. La vida hoy tiene cosas increíbles que abrazo con mi corazón de experiencias y aprendizaje. Pero paremos un poco y entendamos que no todo es personal, que hay espacio para la vulnerabilidad, que podemos equivocarnos y que definitivamente la vida es tan compleja como tú quieres que sea.

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