El nuevo Congreso inició actividades el 20 de julio. En las primeras sesiones deberá recomponer los cuadros directivos y luego iniciar otra legislatura que podría resultar histórica. | Foto: Archivo Semana

Agenda Pública

Tareas pendientes

El Congreso de la República enfrenta grandes retos en la legislatura que inicia: las reformas tributaria y pensional, la venta de Ecopetrol y la reforma a las CAR, entre otros.

21 de julio de 2011

Todo el país creía que la legislatura anterior había puesto un listón imposible de superar en materia de reformas. Durante el año que terminó el 16 de junio pasado, fueron aprobadas la histórica Ley de Víctimas, el acto legislativo de las regalías, la ley que eliminó la Comisión Nacional de Televisión y el acto legislativo de Sostenibilidad Fiscal. Y todo, cumpliendo con los cronogramas y sin los hasta entonces tradicionales ‘pupitrazos’ de muchos proyectos que solo servían para que, en medio del desorden, cualquier congresista le colgara micos a las iniciativas.

Por eso suena sorprendente que ahora el consenso sea que la nueva legislatura puede resultar tan importante y ambiciosa como la anterior.

El primero en afirmarlo fue el propio presidente Juan Manuel Santos, el pasado 6 de julio durante un encuentro con representantes del partido conservador en la Casa de Nariño. Santos señaló que el nuevo presidente del Congreso, Juan Manuel Corzo, “tendrá una enorme responsabilidad, porque esta legislatura que inicia el 20 de julio no es menos ambiciosa que la que culminó el pasado 16 de junio. La legislatura 2010-2011 fue, como tantas veces lo hemos dicho, histórica; pues la de 2011-2012 no va a ser inferior”.

El ministro del Interior, Germán Vargas, señaló en distintos medios que, por el alcance y la complejidad de muchos de los proyectos que serán discutidos, esta legislatura va a representar prácticamente una gran reforma al Estado.

El congresista Simón Gaviria, quien presidirá la Cámara de Representantes, aseguró que la agenda va a estar marcada por temas económicos “de mucho calado. Allí están la reforma tributaria, la ley reglamentaria de regalías, la reforma a las CAR y el proyecto para autorizar la venta de parte de Ecopetrol”.

Señaló igualmente que el Gobierno podría aprovechar la coyuntura y presentar una reforma pensional. Cabe recordar que, durante la discusión del Plan de Desarrollo, se decidió aplazar el debate sobre un aumento en la edad de jubilación para las personas que ingresen al sistema de pensiones en los próximos años. Por eso, el representante señala que, dependiendo del ambiente político, esta podría ser otra de las reformas que entre a la agenda.

Dentro del paquete de proyectos está también la reglamentación del esquema de televisión pública en Colombia, que quedó acéfalo luego de la eliminación de la Comisión Nacional de Televisión.

Evidentemente, los retos son enormes y, por el mensaje que envió el presidente Santos, estos proyectos están en la lista de prioridades de la Administración.

El camino parece estar despejado para que se dé otra legislatura histórica. Primero, el presidente Santos mantiene niveles altos de popularidad y la mecánica de aprobación de los proyectos parece haberse consolidado gracias al esquema de bancadas. Así que no se esperarían mayores sobresaltos, más allá de la discusión propia en cada sesión. Además, existe claridad entre los congresistas sobre la urgencia de las reformas que se van a discutir. Ese es el punto central: el país está acomodando mucha de su legislación a las nuevas circunstancias que vive.

Uno de los proyectos más sensibles es la venta de otra participación de Ecopetrol, con el objetivo de entregarle recursos al Gobierno para enfrentar los desastres del invierno y mejorar la infraestructura vial y portuaria. La meta es poner a circular otro 10% de la acciones de la compañía. Esos recursos, estimados hoy en unos $16 billones, servirán para darle un impulso a las obras que necesita Colombia para volverse más competitiva. Obviamente, el proyecto deberá estar blindado, pues se trata de una enorme erogación que no debe caer en malas manos ni terminar en elefantes blancos.

El estatuto tributario
El otro tema central en la reforma tributaria. De acuerdo con Simón Gaviria, “hemos conocido apartes de las líneas y cómo podría evolucionar esta reforma. Va a haber un esfuerzo muy fuerte en combatir la elusión. Eso llevaría a un apretón a las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) y a las fundaciones”.

La posición del Gobierno ha sido clara, pues el objetivo no es aumentar tarifas. La reforma deberá apuntar a simplificar el estatuto tributario, eliminando los excesos de tarifas y gabelas para distintos sectores. Ese será el reto del Congreso, donde el lobby y los intereses de sectores particulares históricamente han terminado perforando todo el esquema de impuestos nacionales.

“El Ministro y el Presidente han sido claros en que será una reforma para mejorar la competitividad y para que facilite la creación de la actividad económica y nuevos empleos”, señaló Gaviria.

La reforma a las CAR, que han estado en medio del escándalo por los efectos de la ola invernal, también se llevará buena parte de la discusión. Allí el objetivo es garantizar que estas corporaciones realmente sirvan para cuidar el medio ambiente en zonas específicas. El foco debe estar en garantizar que los recursos que reciben, casi $1 billón al año, se destinen de manera eficiente y que estas Corporaciones se articulen con eficiencia al Sistema Nacional Ambiental.

Finalmente, el país debe estar atento al debate de la ley reglamentaria de regalías. Esta es tan importante como la ya aprobada reforma constitucional. Es necesario que durante la discusión sobre cómo se distribuirán los recursos se apliquen criterios de equidad social y eficiencia. Ese proyecto es la esperanza para muchas regiones pobres que hoy casi no reciben recursos estatales y podría servir de apalancamiento para superar la inequidad regional. Las Comisiones Quintas, por donde deberá iniciar trámite la iniciativa, están en la obligación de garantizarle al país que los criterios politiqueros no se impondrán en la asignación de estos recursos.

El Congreso tiene otro reto histórico por delante. En junio del próximo año, el país estará haciendo otro balance y, sin lugar a dudas, la opinión pública contrastará esa gestión con la del periodo 2010-2011, que fue realmente histórica. El Legislativo tiene que mostrar nuevamente que es capaz de decirle adiós al ‘pupitrazo’, un esquema que le trajo muchas frustraciones al país.