| Foto: Boris Guevara

Educación

Los excombatientes que ahora son periodistas

En los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, excombatientes se capacitan en periodismo. Aprenden sobre producción audiovisual, redes sociales y diseño gráfico. Sus profesores son sus propios compañeros.

26 de agosto de 2017

Todo comenzó en febrero de 2016 en La Habana. Boris Guevara, miembro de la columna Jacobo Arenas en el departamento del Cauca, fue uno de los siete guerrilleros que, por tener una experiencia previa en comunicaciones, fue llamado a la capital cubana por el Secretariado para fortalecer la información que estaban manejando durante el proceso de paz con el gobierno.

Manuel Bolívar, excombatiente del bloque oriental, fue otro de los convocados. El joven ingresó a la guerrilla hace 16 años sin haber terminado su carrera de Comunicación Social y Periodismo con énfasis en la paz de la Universidad Santo Tomás y Sociología en la Universidad Nacional. “Yo llegué para hacerme cargo de la dirección del proyecto y para fortalecer el trabajo del informativo insurgente que se estaba haciendo. Luego de reuniones, discusiones y proyecciones, establecimos que le teníamos que dar un matiz más periodístico”.

Así, iniciaron un proceso empírico de capacitación en diferentes áreas de trabajo: “Nosotros debíamos ser editores, escribir bien, debíamos saber manejar las cámaras, porque éramos muy pocos y debíamos solventar esas necesidades entre todos”, indica Manuel.

De allí nació el noticiero Nueva Colombia Noticias (NC), presentado, producido y editado por este equipo de excombatientes que transmitían desde un garaje de La Habana a través de YouTube.

Pero la idea de crear un medio ligado a las Farc surgió mucho antes del inicio de las negociaciones en la capital de Cuba: de una propuesta del entonces máximo jefe de la guerrilla, Alfonso Cano, cuando encerrado en su campamento se dio cuenta de que como grupo político habían perdido la guerra informativa. 

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"Yo era el jefe de seguridad del comandante Cano desde 2002. Él sabía que yo había estudiado en Bogotá diseño gráfico y que tenía mi cámara. Me dijo que debíamos usar la imagen para cambiar la forma en la que la gente nos veía, porque además de enfrentar una guerra política, también teníamos que responder ante la guerra mediática”, relata Boris.

Comenzó entonces la ardua tarea de informar de los hechos de la guerra y hacer llegar el contenido a los guerrilleros escondidos en las montañas de Colombia. “Por ejemplo, debía explicar a mis compañeros, la mayoría campesinos, cómo debían enfrentar los bombardeos del Ejército Nacional durante la noche. Es decir, cómo ellos podían vernos en la oscuridad, cómo funcionaban sus luces infrarrojas”, explica.

Con tutoriales que de manera clandestina le conseguían en la ciudad, aprendió a hacer videos en 3D. Entre más practicaba con los programas de diseño, más fácil se le fue haciendo explicar a sus compañeros qué era un satélite, una frecuencia de radio y cómo podían ubicarlos solo usando un celular. “Teníamos la necesidad de que nuestros hombres entendieran las nuevas tecnologías porque para ellos eran temas fantasmagóricos”, señala Boris.

Una vez terminada la negociación de los acuerdos de paz, este grupo de reporteros disidentes regresaron a Colombia pensando en cómo iban a fortalecer ese trabajo periodístico en todo el país. “Decidimos que NC tenía que ser un proyecto nacional. Entonces en las zonas veredales establecimos equipos de trabajo para que nos enviaran crónicas y noticias de lo que está pasando en las regiones”, explica el guerrillero.

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Actualmente las noticias las editan y las suben a su página en YouTube y no cuentan con una redacción como tal para transmitir la información que, o bien elaboran ellos mismos desde Bogotá, o se las envían sus corresponsales en las zonas de reincorporación. 

La escuela de comunicaciones para la paz

De la necesidad de formar a más excombatientes en periodismo, no solo para contar con un mayor número de corresponsales, sino para ofrecer oportunidades de trabajo para los guerrilleros que se están incorporando a la vida civil, se creó la Escuela Nacional de Comunicaciones para la Paz, que no cuenta con la certificación del Ministerio de Educación Nacional ni el Sena.

Con la experiencia que adquirieron en La Habana en el cubrimiento de las negociaciones, “aprendimos de muchos medios nacionales e internacionales”, relata Boris. Gracias a esto, plantearon un “currículo” de formación informal integrado por conceptos y técnicas que sus estudiantes deben aplicar para desarrollar el trabajo de periodismo, diseño gráfico, manejo de cámaras, edición y manejo de redes sociales.

“Es un taller muy práctico que se realiza en tres meses. Tenemos alrededor de 200 personas capacitándose en todas las zonas veredales del país. Ya hemos finalizados el aprendizaje con unos grupos, estamos terminando con otros y empezaremos en muy poco tiempo con los que siguen”, asegura Manuel Bolívar, ahora director del noticiero NC.

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Para Klara Sení, excombatiente y profesora de Redes sociales en la Carmelita, Putumayo, lugar en donde se están formando algunos excombatientes, la intención de los cursos que ofrecen “es que los mismos guerrilleros tengan la oportunidad de contar sus propias historias y de responder dudas que tienen los colombianos tras más de 50 años de conflicto armado”. 

Sin embargo, para Manuel es importante que se conozca que a pesar de que el proyecto se gestó y está financiado por las Farc, no quieren ser la agencia de noticias de la guerrilla, “nos queremos independizar”. Saben que por el momento se les reconoce como el medio de las Farc, pero su objetivo es capacitarse más y ser un proyecto periodístico independiente, producto de este proceso de paz.

“Ahora hay una nueva confrontación de ideas y usaremos las herramientas que nos han sido bloqueadas para dar la pelea”, dice Boris. Ahora su objetivo es buscar talentos ocultos en las zonas veredales transitorias para hacer un documental con guerrilleros sobre guerrilleros. “Fue algo que aprendí de Alfonso Cano”, concluye.

Para Manuel Bolívar lo más importante es aprovechar los espacios de los nuevos medios regionales que se van a crear a partir de la implementación del Acuerdo de Paz con el fin de tener una mayor incidencia, no solo en la plataforma virtual, sino en otros formatos como la radio donde esperan tener un espacio para su noticiero.

Este artículo hace parte de la edición 26 de la revista Semana Educación que acaba de salir al mercado.  Si quiere informarse sobre lo que pasa en educación en el país y en el exterior, suscríbase ya llamando a los teléfonos (1) 607 3010 en Bogotá o en la línea gratuita 01 8000 51 41 41.

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