MUNDO
El mundo celebra una Navidad ensombrecida por violencia en Medio Oriente
Los cristianos celebran el miércoles la Navidad en todo el mundo, pero en Belén, lugar de nacimiento de Cristo, la fiesta queda ensombrecida por la violencia que desgarra la región.
Al son de gaitas y tambores, los boy scouts han acompañado hasta la
Basílica de la Natividad la procesión encabezada por el patriarca latino
de Jerusalén, Mgr Fuad Twal, la más alta autoridad católica romana en
Tierra Santa.
En la plaza, un gigantesco y decorado árbol de Navidad observaba a los
pocos peregrinos extranjeros que este año visitan la ciudad, mientras un
Papá Noel distribuye chocolates.
Pero a pocos metros de allí, aparecen grandes fotos de Ziad Abu Ein, el
alto responsable palestino recientemente muerto, que recuerdan la
escalada de violencia en los Territorios palestinos ocupados.
Este clima de tensiones, vinculado también a la guerra que asoló Gaza el
pasado verano boreal, ha hecho huir a los peregrinos extranjeros, como
constatan los profesionales del turismo.
En el Vaticano, en cambio, la afluencia será mucho más importante este
miércoles para la misa del Gallo que celebra el papa Francisco en la
basílica San Pedro, a partir de las 20H30 GMT.
El jefe de la iglesia católica expresó el martes su inquietud ante la
situación de los cristianos en Irak y Siria, donde los grupos yihadistas
multiplican los atropellos contra las minorías religiosas.
El papa llama al diálogo
En una larga carta dirigida a los cristianos de Oriente, Francisco los
exhorta a la "perseverancia" y al diálogo interreligioso, pese a las
dificultades. El diálogo, afirma el papa argentino, es "el mejor
antídoto a la tentación del fundamentalismo religioso".
En una clara alusión al grupo yihadista Estado Islámico (EI), expresa su
preocupación ante una "organización terrorista, de una dimensión antes
inimaginable, que comete todo tipo de abusos".
El EI "golpea de forma particular a algunos de ustedes, que son
expulsados de forma brutal de sus propias tierras, donde los cristianos
están presentes desde los tiempos apostólicos", denuncia Francisco, que
alude al drama que también afecta a otras comunidades perseguidas, como
los yazidíes.
El patriarca latino de Jerusalén, Monseñor Fuad Twal, más alta autoridad
católica romana en Tierra Santa, también denunció esos atropellos, así
como la reciente guerra en Gaza y los atentados cometidos en Jerusalén
en las últimas semanas.
"Más allá de la inhumana tragedia que ensangrienta y desgarra a Medio
Oriento, nos sorprende ver a jóvenes en Europa que abrazan ideologías
radicales y van a combatir a Siria e Irak", dijo el jefe religioso, que
llegará este miércoles a Jerusalén para encabezar una procesión.
Por la noche Monseñor Twal presidirá la gran misa de Navidad en la
iglesia católica de Santa Catalina, en presencia del presidente
palestino Mahmud Abas.
Por su parte, el presidente iraní Hasan Rohani ha deseado una feliz
navidad al papa y a otros dirigentes del mundo, llamando a la coperación
para "extender la paz, la seguridad y el bienestar en el mundo".
Navidad sin fiesta por el Ébola
Esta Navidad es particularmente difícil para los 150.000 cristianos
desplazados de Irak que "viven una trágica situación y no se les propone
ninguna solución", declaró a la AFP el patriarca caldeo Louis Sako.
"Muy especialmente en este período de Navidad, necesitan que se les ofrezca mensajes tranquilizadores" añadió.
En otras partes del mundo, la Navidad es celebrada en un clima de
seguridad reforzada en Francia después de tres ataques, uno de ellos
vinculado al islamismo radical, que dejaron un muerto y 25 heridos.
En Cuba, las celebraciones de Navidad, durante mucho tiempo prohibidas
por el régimen, se celebran este año en un clima animado por una regalo
anticipado: el acercamiento con Estados Unidos.
En cambio, no habrá celebraciones públicas festivas en Sierra Leona a
causa de la epidemia del Ébola: "Los cristianos que vayan a la iglesia
para la misa de Navidad (...) tendrán que retornar a sus casas en
cuanto termine el culto, y proseguir en familia las celebraciones",
ordenó el presidente del país, Ernest Bai Koroma.