Mi Águila: una plataforma de movilidad que promueve "la legalidad"

Volando como las águilas, así quieren que se sientan quienes se suban a una camioneta, van o bus de Mi Águila, sus fundadores, Bruno Ocampo y Andrés Blumer. Esta empresa colombiana ofrece el servicio de transporte corporativo por medio de una aplicación.

Ocampo, de Manizales y Blumer, de Seattle (Estados Unidos) y madre colombiana, emprendieron en el 2015 para brindar una experiencia de movilidad empresarial diferente, desde la legalidad. En su plataforma, las empresas pueden hacer control total sobre los gastos, gestionar los usuarios, limitar presupuesto y monitorear su consumo en tiempo real.

Por estos días andan sonrientes y con alas para llegar más alto. No solo han superado una capitalización por encima de US$2 millones y están a puertas de levantar una ronda de inversión por US$5 millones, sino que también acaban de ser seleccionados para ser parte de la red de Endeavor, una especie de club de emprendedores de alto impacto alrededor del mundo.

Su ingreso se dio la semana pasada luego de un extenso proceso y una presentación en el Panel Internacional de Selección (ISP, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar en Detroit (Estados Unidos).

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En la cuna de la industria automotriz se encontraron frente a frente con mentores de distintos continentes y compitieron con otros emprendedores, para lo que tuvieron que presentar su modelo financiero, la estructura de su equipo, la visión de la compañía, análisis de la competencia, entre otros aspectos.

“Han sido tres años desde que comenzamos con Mi Águila. Por medio de tecnología empoderamos al pequeño y grande transportador. Las compañías tienen acceso a una flota de más de 2.000 vehículos en seis ciudades al país. Ya hemos movilizado más de un millón de pasajeros”, explica Ocampo, quien es administrador de empresas, finanzas e inversiones de la universidad Baruch College de Nueva York (Estados Unidos).  

Estos emprendedores sostienen que para acceder a inversionistas nacionales e internacionales, ser eficientes en el manejo de sus finanzas ha sido una de las claves.

“Hemos tenido que hacer mucho más con menos, nos hemos visto forzados a ser más inteligentes y creativos con respecto al uso de capital. Ha sido un buen ejercicio que nos ha enseñado a ser muy organizados con el uso del dinero”, recuerda Blumer.

También saltan de la felicidad porque no los afecta el impuesto de IVA a las plataformas digitales que entró en vigencia recientemente porque de otras compañías los diferencia que no solo son una solución tecnológica, sino que también son una compañía de transporte que cuenta con el aval del Ministerio de Transporte y la vigilancia de la Supertransporte. De la misma manera, el servicio de transporte especial está eximido del IVA.

En efecto, la manera como encajan en el marco regulatorio colombiano, es que son una empresa de transporte especial que se empodera de la tecnología para prestar su servicio.

“Nosotros le queremos dar un ejemplo a Colombia. Hay muchísimas oportunidades con tecnología que nosotros podríamos materializar pero desafortunadamente no están reguladas y hacerlo es ir en contravía de las leyes existentes en nuestro país. Es importante cumplirlas, ahí Mi Águila es un ejemplo claro. Tenemos desventajas, pero estamos vivos, cumpliendo normas y con altas expectativas”, dice Ocampo.

Ambos sostienen que conocer las normas les ha permitido entender por qué existen. Un plan de seguridad vial con más de 40 documentos, inspección de vehículos, vinculación laboral a los conductores, así como controles semanales y mensuales son algunos de sus procesos que tienen que segur en su compañía. Tienen ganas de ofrecer otros servicios que les acelerarían su crecimiento, sin embargo dicen que hasta que no estén regulados no lo harán.

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Su base de clientes de la que hacen parte más de 180 empresas, de acuerdo con estos emprendedores, tienen expectativas y requerimientos en materia de seguridad, calidad, estandarización de servicios, control de gastos y legalidad. Esta empresa está respaldada públicamente por el gobierno colombiano como un servicio de transporte legal.

Su estrategia, “en vez de pelear con el Gobierno o con sectores tradicionales”, es unirlos para usar la infraestructura y los activos existentes en el mercado para ofrecer soluciones de movilidad a través de la tecnología.

Para Andrés, quien estudió relaciones internacionales y negocios globales en la universidad de Southern California en Los Ángeles (Estados Unidos), la transformación del ecosistema de tecnología que se ha venido construyendo demuestra que el mundo digital apenas está arrancando y que tiene todo el potencial del mundo para revolucionar muchos de los sectores tradicionales en Colombia.

“Muestra una grandísima responsabilidad de parte del Gobierno de tratar de trabajar de la mano con los emprendedores para que el país se pueda mover a la velocidad de la innovación y la tecnología. Colombia tiene que posicionarse como un lugar amigable para el emprendimiento”, añade Blumer.

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